Con la incertidumbre de ciudadanos y autoridades por la falta de infraestructura y cultura ambiental, a partir de octubre la nueva Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal obliga a separar la basura en residuos orgánicos e inorgánicos.
La ciudad de México genera 12 mil toneladas diarias de basura, casi la cuarta parte de los residuos sólidos que se producen en el país, y esta enorme cantidad de desechos es la causa y expresión de desequilibrios ambientales que representan problemas de difícil solución y enormes costos económicos para la ciudad.
Con la nueva ley, se pretende aumentar el reciclaje de basura inorgánica y enviar al relleno sanitario solamente los residuos orgánicos.
Ahora, los capitalinos deberán separar en bolsas o recipientes diferentes los residuos orgánicos y los inorgánicos. El camión de la basura los recogerá por separado o en diferentes días, de acuerdo con los planes de cada delegación.
Pero aun si los camiones recolectores mezclan los residuos, las autoridades piden la cooperación para separarlos, con lo que se facilitará el trabajo de quien selecciona los desperdicios inorgánicos.
