De acuerdo con los peritajes, concluyeron que los cuerpos permanecieron más de una semana al interior de estos camiones, por lo que avanzó su estado de descomposición
Teorema Ambiental/Redacción
Nueva York, NY, 1 de mayo de 2020.— El Departamento de Policía de Nueva York informó que recibió diferentes denuncias telefónicas donde se alertaba de olor a cuerpos en descomposición emanando de un par de camiones de mudanza, estacionados afuera de una sucursal de la funeraria Andrew T. Clerkley Funeral Services, ubicada en el vecindario de Fatlands, en el distrito de Brooklyn.
La policía señaló que al abrir los camiones hallaron unos 50 cadáveres en estado de descomposición por falta de refrigeración y, de acuerdo con los peritajes, concluyeron que los cuerpos permanecieron más de una semana al interior de estos camiones, por lo que avanzó su estado de descomposición. Además, señalaron que los cuerpos perdieron la vida a causa de COVID-19.
Debido a que el número de casos de COVID-19 en Nueva York ya superó la capacidad de los servicios funerarios de la ciudad, muchas funerarias y hospitales han debido rentar camiones con refrigeración para mantener los cuerpos, mientras se les da el tratamiento final para entregarlos a sus familias, pues además no pueden ser incinerados, debido a que existe el riesgo de liberar moléculas del virus, que puede volatilizarse en el aire y contagiar a más personas.
Otro problema es que hay centenas de cuerpos que no han sido reclamados y esperan que el gobierno de la ciudad disponga cuál será su manejo final si no son reclamados.
Luego que la policía cerró la calle donde estaban los camiones, un vocero de la funeraria indicó que sus instalaciones están saturadas por la cantidad de cadáveres que ha provocado la pandemia en esa ciudad. Sin embargo, negó que hubieran contratado camiones para mantener a los cadáveres y aseguró que en ellos habían colocado muebles pertenecientes a la funeraria, por falta de espacio.
Sin embargo, una vecina de la zona aseguró haber visto un gran movimiento de cuerpos dentro y fuera de las instalaciones en las últimas dos semanas.
El Departamento de Salud del estado de Nueva York informó por su parte que fue notificado del problema de almacenamiento de fallecidos y que “la funeraria está haciendo arreglos correspondientes para normalizar la situación”.
La policía concluyó que no se había cometido algún crimen, pero inició una investigación por la cantidad de cuerpos almacenados sin refrigeración.
