Durante la presentación del libro Xochimilco. Un proceso de gestión participativa, las autoridades inmiscuidas en el rescate de este pulmón verde del DF, aseguraron que este trabajo de ciudadanos, catedráticos, autoridades, entre otros, es la pieza clave que el gobierno mexicano y la UNESCO establecen el inicio de la recomposición integral de Xochimilco como lugar inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial el 11 de diciembre de 1987.
Luis Tiburcio, representante de UNESCO en México, comentó que “este proyecto es orientado al desarrollo sustentable y mejorar el nivel de vida y la defensa de las chinampas, el manejo del agua, y ahora añadimos cómo mejorar la educación para cuidar el patrimonio”.
Desmintió que Xochimilco esté en riesgo de caer en la lista de patrimonio en peligro, pues para ello debieran desaparecer por completo sus cualidades que lo mantienen en la lista actual, además soslayó que la UNESCO no proporciona ningún tipo de recursos monetarios para resguardar los patrimonios que son dependencia exclusiva de cada nación.
Francesco Bandarin, director del centro de Patrimonio Mundial UNESCO comentó “en este trabajo México ha demostrado estar a la vanguardia, no solamente en lo que concierne al número de sitios inscritos en la Lista Mundial, sino que también en términos de la conservación y manejo de su patrimonio”.
México tiene actualmente 26 sitios inscritos como Patrimonio de la Humanidad, que lo ubican como el primero de América Latina en sitios inscritos y séptimo en el mundo.
El funcionario internacional adujo que lo más importante es el trabajo conjunto de los actores involucrados, pues “no se puede salvar —Xochimilco— con dinero, se necesita coordinación de fuerzas y esto no es utopía”.
La Comisión Interdependencial, encargada del rescate de Xochimilco, se compone del INAH, UNESCO, GDF, y las delegaciones Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, que en los últimos tres años logró contener el deterioro del centro histórico y canales de Xochimilco, destacando en materia ambiental la recuperación de 130 mil árboles del muérdago y malacosoma, como la renivelación de más de mil hectáreas de la zona chinampera, reforestación de bordos y reforzamiento de riberas, limpieza de canales, cercos vivos, chaponeo, tajeteo, estancado y recuperación de apantles.
José Genovevo Pérez, cronista del pueblo de San Luis Tlaxialtemalco, expresó que son pocos los cambios registrados, y desmintió que exista cooperación de otras entidades gubernamentales que dejan todo el paquete a la delegación, por eso llamó para que la mirada social y colectiva mantenga viva la tradición de su tierra.
Los recursos distribuidos en el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Sustentable (PEC) de la zona se distribuyeron en 14 programas (32.4 millones), Conservación del Suelo de Montaña con seis proyectos (10.4 millones), y el Programa Turístico Integral de Xochimilco (18 millones).
El polígono de Patrimonio abarca 2,700 hectáreas en zona núcleo y 7,530 hectáreas de amortiguamiento, esto de 12,517 hectáreas que mide la delegación. De las cuales 10,012 hectáreas son ecológicas y por donde circundan 189 kilómetros de canales que sufren por tener 48,707 viviendas ubicadas en el área de actuación del plan de Gestión de Xochimilco.
Xochimilco proporciona cerca de un 70 por ciento del agua que consume el DF, y el descuido se ejemplifica en que en 2002, al decretar como ANP la zona natural de Xochimilco, se exigía su plan de manejo a más tardar en 24 meses, pero éste se plasmó hasta febrero de 2006.
Fuente: UNESCO
