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Bicicletas luminosas evitarán accidentes a ciclistas

Si dos círculos brillantes cruzan frente a usted en un crucero, en la oscuridad nocturna, puede que se trate de un ciclista

Washington, DC.— Estudiantes del segundo año de ingeniería de la Universidad de Carnegie Mellon, en Pittsburgh, Estados Unidos, ganaron el concurso internacional de diseño industrial Core 77 gracias a que inventaron un sistema para iluminar con potencia los aros de las llantas de bicicletas.

El sistema se llama “Proyecto Aura” y consiste en colocar en las llantas de las bicicletas pequeñas lámpara del tipo LED de tres colores —rojo, verde y azul— las cuales, al girar se combinan y generan una poderosa luz blanca, que permite mirar dos platos luminosos moviéndose a la par que los ciclistas.

La luz se alimenta con electricidad generada por un pequeño dinamo que se mueve con la propia fuerza del pedaleo de los usuarios.

Jonathan Ota y Frier Ethan concibieron la idea el año pasado como estudiantes de segundo grado de la Universidad Carnegie Mellon. Ambos son ciclistas ávidos y comprendieron la necesidad de dar mayor visibilidad a los ciclistas por lo que se enfocaron a este objetivo dentro de un proyecto de diseño industrial.

“Nos dimos cuenta de que los productos actuales iluminan a los ciclistas desde la parte delantera y trasera, pero hacen poco por el lado, esto eleva el riesgo cuando un vehículo se aproxima a un ciclista en un crucero. Además, los equipos actuales de iluminación para bicicletas hacen poco para diferenciar a los ciclistas del resto del medio ambiente, especialmente en las ciudades donde existen decenas de estímulos que pueden provocar confusión visual”, explicó Jonathan Ota en un artículo publicado por la propia universidad.

A partir de estas inquietudes nació el “Proyecto Aura”, que aprovecha la fuerza motriz del pedaleo y además hace que las luces cambien, desde un tono más rojizo hacia uno más blanco, dependiendo de la velocidad y el movimiento.

“Queríamos hacer un buen producto que la gente quiera usar, y en el proceso de su uso, los hará más seguros”, dijo Ota.

Para perseguir su idea, la pareja recibió un apoyo especial para estudiantes de pregrado, que consiste en pequeñas subvenciones de entre 500 y mil dólares entregadas por la Universidad Carnegie Mellon como apoyo a la investigación de pregrado.

“Este pequeño financiamiento hizo nuestro proyecto posible”, señaló Frier. “En el diseño siempre surgen ideas fantásticas, pero a medida que el proyecto se hace más complejo los estudiantes se ven limitados por la falta de financiamiento. La SURG nos permitió explorar nuestra idea en la mayor medida.”

Fuente: La Crónica de Hoy

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