Se estima que en los últimos siete años en México se han generado anualmente un promedio de 35,500 toneladas de pilas y baterías desechadas; es decir, aproximadamente 0.12 por ciento del total de los residuos municipales generados en el país, lo cual equivale a 10 pilas por habitante cada año, aproximadamente 400 gramos por habitante de los cuales 30 por ciento corresponde a materiales tóxicos.
En vista que el tipo de reciclaje de este material es incipiente y nulo en México se decidió realizar la campaña “Ponte las pilas con las pilas”, por parte de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) que consiste en acopiar, separar, transportar, concentrar, procesar y reciclar las pilas alcalinas que contienen sustancias como cadmio y plomo, sumamente dañinos a la salud.
El ingeniero Hugo Ríos, integrante de este programa, comentó que buscan tomar los desechos orgánicos sólidos y concentrar todas las pilas, ya sean de reloj, celular, recargables, entre otras, y confinarlas en botes especiales en los planteles universitarios que serán transportados al plantel San Lorenzo Tezonco donde serán separadas de acuerdo a su voltaje y características químicas.
El impacto ambiental que provocan muestra que desde 2004 al ser destruidas en los rellenos sanitarios sin un confinamiento aparte, son comprimidas y estallan lo que provoca el esparcimiento de sulfato que al combinarse con los líquidos de la demás basura, provoca reacciones químicas, las soluciones se dispersan, contaminado la tierra y después los mantos acuíferos.
Además, esta sustancia llega a provocar enfermedades como el manganismo que afecta el cerebro en la parte del control de los movimientos en el ser humano.
Por su parte, Laura Cano, investigadora de la UACM, comentó al respecto que “se busca que el proceso sea económico y limpio; para que las pilas no se mezclen con los demás desechos orgánicos o inorgánicos que se reciclan normalmente”. Este programa entrará en funciones del 1 de noviembre al 1 de mayo de 2007.
Marisa Jacott, coordinadora de tóxicos de Greenpeace, en entrevista con este medio de comunicación, expresó que 60 por ciento de las industrias no reportan sus residuos peligrosos, por lo que es necesario legislar la responsabilidad de las empresas.
Durante los pasados 20 años se triplicó el uso de pilas, y es probable que de los 20 millones de baterías de Ni-cd en tecnología de celular tengan un fin indebido.
Fuente: Teorema
