Promoverá el uso de sus instalaciones dedicadas a la investigación, como un centro para el establecimiento de vínculos académicos y de divulgación
Por Ana Herrera
México, D.F.— Con la perspectiva de incorporar soluciones para revertir la desintegración social, el concepto incluyente promovido por el Tecnológico de Monterrey denominado Distrito Tec, busca vincular a la sociedad, al gobierno y a la iniciativa privada dentro del potencial unificador, creativo y sano de un entorno universitario.
Ubicado en la capital regiomontana, al pie del cerro de la silla, el ecosistema del plantel comprende 452 hectáreas que se encuentran rodeadas de 24 colonias a las que se busca impactar a través de un modelo expansivo de círculos concéntricos para resolver dilemas propios de los procesos de urbanización, desde el centro (el Tec) hacia la periferia.
Dentro de un presupuesto inicial que arrancó con 500 millones de dólares, desde hace año y medio esta iniciativa ha invertido a la actualidad 250 millones para optimizar la infraestructura de los servicios que ofrece como en el caso de la remodelación de la biblioteca y la reubicación del estadio de futbol, además de generar la construcción de un centro de bienestar y un pabellón.
Además, se ha invitado a la comunidad a participar en consultas ciudadanas para saber cuáles son los ejes centrales para lograr la transformación; después de establecer diálogo con los habitantes las opiniones más recurrentes fueron: mejorar el inmobiliario urbano, brindar opciones de movilidad y la apropiación del espacio público.
Al respecto José Antonio Torre, director de Urbanismo Ciudadano del Tecnológico de Monterrey, señala que estas acciones “implican una transformación en su infraestructura pero también implican un cambio en la mentalidad de la comunidad del Tec en su relación con los vecinos”.
Sobre la apertura a la inversión privada el líder de la iniciativa Distrito Tec afirma que es parte de los retos y señala que “se necesita crear un ecosistema de calidad, que atraiga y retenga el talento, un lugar donde la gente, profesores e investigadores quieran vivir y donde los chavos quieren desarrollarse”.
Así es como además de reacondicionar espacios para actividades recreativas, culturales y artísticas, la injerencia de la iniciativa privada, la participación ciudadana y las acciones de las dependencias gubernamentales, podrán transformar la arquitectura física y recomponer el tejido social de una de las ciudades más importantes de México.
Direccionado hacia el concepto de ciudades compactas para culminarse en diez años, Distrito Tec también promoverá el uso de sus instalaciones dedicadas a la investigación, como un centro para el establecimiento de vínculos académicos y de divulgación del conocimiento. Además de generar inversiones que se destinarán a un entorno urbano, los beneficiados serán los habitantes actuales y también los habitantes futuros.
Finalmente, para encarar el proceso que todo universitario enfrenta posterior al término de sus estudios José Antonio Torres afirma, “en varios lugares del mundo ésta es la manera de impulsar los procesos de innovación e investigación, aprovechar las plataformas de las universidades para sumarlas con las plataformas de las empresas privadas y generar sinergias para generar solución a los problemas que estamos viviendo y qué mejor que un entorno universitario donde tenemos una gran cantidad de talento dentro de un entorno urbano para atraer y retener el talento y no expulsarlo”.
Fuente: Teorema Ambiental
