México recicla tan sólo el 30 por ciento de las botellas de PET que recolecta, el resto demás es enviado a China de donde regresa en forma de almohadas, asientos, corbatas, calcetines, chamarras, guantes y demás productos textiles.
Por su parte, China importa y transforma cerca de 500 mil toneladas de PET al año, el cual es recuperado en todo el mundo.
Según datos de Ecología y Compromiso Empresarial (Ecoce), la principal entidad encargada del acopio del material en México, durante 2005 se recolectaron 61 mil toneladas de envases de PET para su reutilización y el 70 por ciento de ellos se vendieron al exterior debido a la incompatibilidad entre la oferta y demanda del material en territorio nacional.
Como en el resto del mundo, el PET recuperado se utiliza en México para producir fibras textiles, flejes, láminas y empaques, principalmente. Sin embargo, son pocas las empresas que se aventuran a trabajar con el material reciclado.
Santiago García, gerente de la Asociación para la Recuperación del PET, dijo que en China, principal importador del mundo, este energético se usa para la elaboración de fibras sintéticas, con las que elabora prendas de vestir que exporta.
Estas prendas son las terceras en importación en México, tanto en valor como en volumen, y es precisamente China el principal proveedor.
México sigue siendo un productor importante de fibras, pero si no utiliza el PET en estos procesos, es por una cuestión cultural, ya que se piensa que son de poca calidad, cuando no es así, afirmó Jorge Treviño, director de Ecoce.
Además, que tengan el mismo precio también influye para que se prefiera la fibra nueva sobre la reciclada, añadió Treviño.
Para convertir una botella de PET en hilo son necesarios varios procesos como el de hojuela a hilo: La hojuela pasa por una máquina llamada mezclador, que la funde, y el polímero pasa después por el proceso de hilatura.
De hilo a fibra: Los hilos son desmenuzados en un proceso llamado rizado, que los convierte en fibra, y se empaca.
De fibra a textil: Se sobreponen capas de fibra; posteriormente, el textil es aplastado, cortado y almacenado en rollos.
En México existen compañías que usan las botellas recuperadas de PET para fabricar estos textiles no tejidos o sin hilos, como la ropa médica.
Fuente: Reforma
