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Bioelements planea duplicar ventas en 2023 con cuatro nuevas plantas en México

La compañía ha reconvertido fábricas de plástico convencional en productoras de biodegradables. Su producción anual alcanza las 5 mil toneladas

Ciudad de México, 25 de octubre de 2022.— Bioelements, compañía con presencia en el continente americano, que fabrica envases y embalajes biodegradables, cerrará este año con ventas por más de 20 millones de dólares en México. Asimismo, la perspectiva para 2023 es duplicar dicha cifra, para alcanzar cerca de 40 millones de dólares en ventas en el país, por lo que es su principal mercado.

La firma, que llegó a México en 2018, ha multiplicado por tres su capacidad de producción y en la actualidad tiene cuatro fábricas con las que logra cinco mil toneladas de productos finales al año.

El CEO de la compañía, Ignacio Parada, explica que Bioelements encontró en el mercado mexicano un importante impulso tras salir de Chile, país al que considera como el laboratorio en el que pudo probar la efectividad de sus productos, que tienen como principal diferenciador el proceso de reincorporación al medioambiente en un máximo de dos años; lo que es un tiempo considerablemente menor al que le tomaría al plástico convencional que es de 400 años.

Los productos de la empresa son fabricados con la Resina Bio E-8, un material que ofrece una alternativa ecológica al plástico convencional, al cartón y al papel. El catálogo de Bioelements, que incluía en un principio cubiertos y bolsas, se ha ampliado y actualmente, también desarrollan empaques “a la medida” que pueden estar en contacto con alimentos al contar con la certificación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

En el marco del evento Packaging Revolution, Parada señala que, uno de sus principales logros ha sido incrementar su cartera de clientes corporativos y contar, entre ellos, a importantes tiendas de retail como Privalia, Cornershop y Australis, mientras que en México distribuyen a Mercado Libre, Sanborns, Miniso y La Casa de Toño, entre otras.

Además de los beneficios al medioambiente, la producción de sus empaques ha generado también un impacto social pues, las fábricas en las que se elaboran funcionaban como manufacturas de plástico convencional. “El mercado del plástico estaba decayendo ante la prohibición; muchas fábricas estaban al punto de la quiebra. Al tener una producción similar con la formulación biodegradable se pudieron aprovechar las instalaciones que de otra forma hubiesen quedado en el olvido y los empleados hubiesen quedado fuera”, sostiene Parada. En contraparte la empresa ofrece cerca de 800 empleos en México.

La medida se encuentra en línea con la filosofía triple impacto de la empresa, modelo económico que persigue un impacto positivo económico, social y medioambiental.

Su innovación basada en la biotecnología está avalada en México por la Universidad Nacional Autónoma de México; en Bélgica obtuvo una certificación por la TUV Austria y Vincotte; y en Perú, por la Universidad Agraria La Molina; además de la ya mencionada certificación de la FDA y es miembro de la organización estadounidense Endeavor que apoya a empresas de alto crecimiento.

En la actualidad, su producción se encuentra dividida en retail con 90 por ciento del negocio, la industria agroalimentaria el 7 por ciento, entre los que destaca la producción para Australis, la segunda salmonera más importante de Chile, y el 3 por ciento se destina a otras industrias.

“Algunas ideas novedosas basadas en tecnologías disruptivas tienen el potencial de cambiar los problemas del mundo, incentivar la competitividad y claro, también de hacer negocios con gran éxito; esta característica es el sello de las últimas empresas que se han convertido en unicornios en América Latina y es uno de nuestros principales objetivos”, señala el directivo.

Fotografías: BioElements

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