La paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex ) promovió un juicio de amparo para no cumplir con la ley que la obliga a darle un tratamiento especial a ciertos residuos peligrosos que genera, como son los «lodos de perforación base aceite» que afectan el medio ambiente.
Desde hace más de un año la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) detectó que Pemex no trata adecuadamente los residuos peligrosos de los «lodos de perforación base aceite», por lo que le pidió a la paraestatal que corrigiera esta situación.
Esos lodos son insumos que utiliza Pemex para que las máquinas barrenadoras puedan perforar el subsuelo hasta la zona en que se encuentra el combustible.
Desde el 6 de enero de 2004 entró en vigor la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos en la que se catalogó como residuos peligrosos los «lodos de perforación base aceite, provenientes de la extracción de combustibles fósiles», y por lo mismo, estableció que deben estar sujetos a un plan de manejo especial para evitar que afecten el medio ambiente y a la población humana.
Las disposiciones establecidas en la ley «tienen por objeto garantizar el derecho de toda persona al medio ambiente adecuado y propiciar el desarrollo a través de la prevención de la generación, la valorización y la gestión integral de los residuos peligrosos, de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial», así como «prevenir la contaminación de sitios con estos residuos».
Un mes después de que entró en vigor dicha norma, el 23 de febrero de 2004, la Semarnat le notificó a Pemex que debía acatar las disposiciones establecidas en la ley para el manejo especial de los «lodos de perforación base aceite».
Además de que le informó que también le debía aplicar este manejo especial a «los recortes», como se conoce técnicamente a los desechos sólidos que extrae del subsuelo y que se mezclan en el proceso de perforación de los pozos con los «lodos de perforación base aceite».
En respuesta a esta petición, Pemex decidió promover un juicio de amparo para que el Poder Judicial anule las recomendaciones que le hizo la secretaría y para pedir que se declare inconstitucional el artículo 31, fracción XI, de la ley, en donde se establece la peligrosidad de los lodos que utiliza Pemex.
En esencia Pemex argumentó, por una parte, que esos residuos no son peligrosos, pese a que hay recomendaciones de la ONU y de la Semarnat en sentido contrario.
Pero en el fondo, lo que motivó a Pemex, de acuerdo con los expedientes del juicio que promovió, es que darle un manejo adecuado a esos residuos peligrosos le costaría alrededor de 100 millones de dólares, que no quiere gastar.
Fuente: El Universal
