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Para reposicionar al campo mexicano se deben resolver los problemas de competitividad, inversión, infraestructura, además de dar apoyos al sector productivo y consolidar las reformas estructurales.

La competitividad requiere de varios factores, de los cuales algunos están a nuestro alcance y otros no. En el primer caso, están las condiciones naturales de la agricultura, clima, humedad o disponibilidad de agua. En el segundo, se puede ubicar el costo de insumos (semilla, fertilizantes, pesticidas, maquinaria, sistemas de riego, entre otros), que en lo que corres-ponde a México son elevados y restan competitividad a los agroproductores. Aparte está la extensión de la tierra, que es reducida en comparación con las grandes extensiones de territorio estadounidense.

Los energéticos (electricidad, diesel y gas butano) son más costosos en referencia con Estados Unidos y eso resta competitividad a los productores mexicanos.

El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Jaime Yesaki Cavazos, señala en entrevista con 2000 Agro, algunas de las diferencias entre nues-tro sector agropecuario y el estadounidense. En diesel el costo en México es 69 por ciento más alto; en gasolina, 64 por ciento más; en gas LP, 108 por ciento; en electricidad, 30 por ciento más caro; el costo financiero es 250 por ciento superior en México comparado con Estados Unidos.

Dentro de la competitividad hay dos elementos muy importantes que están en manos de los productores: la productividad y la eficiencia, que algunos productores mexicanos sí han logrado.

Jaime Yesaki considera que los productores mexicanos sí pueden ser competitivos si se logra tener costos de insumos más bajos y desarrollar la cultura de asociación de productores para acceder a los mercados internos y externos. Sin embargo, también depende mucho de las reformas estructurales que en nuestro país están pendientes.

El directivo del CNA está de acuerdo en que mientras no podamos tener costos competitivos de los insumos sería bueno que hubiera compensaciones de algún tipo para apoyar a los productores.

De las exportaciones mexicanas, 83 por ciento se van a Estados Unidos. El país no ha aprovechado cabalmente todas las oportunidades que brindan los acuerdos comerciales, lo cual tiene que ver con la competitividad. Incluso, con Estados Unidos se ha perdido competitividad, ya que exportábamos 78 por ciento de frutas y hortalizas que se consumen en el mercado estadounidense, y ahora se redujo a 65 por ciento. Estamos perdiendo presencia porque nos están ganando otros países más competitivos que nosotros, destaca el directivo.

Olvida banca el agro

La inversión en el campo es uno de los problemas que deben resolverse. El crédito no fluye como desean los productores del campo. Para el presidente del CNA ,parte del problema es que “ya se les olvidó a los banqueros prestarle al campo”, ya que vivimos una época crítica en 1994 y algunos banqueros ni siquiera han tenido la oportunidad de prestarle al sector.

En México, del total de la inversión para el campo sólo 7 por ciento proviene del sector financiero, el resto lo aportan particulares, proveedores y los propios productores. En Estados Unidos, el 85 por ciento del crédito que va al campo es financiado por la banca.
Comenta que se ha detectado riesgo en el crédito al campo, por lo que se tendría que buscar un mecanismo para que éste disminuyera o bien que alguna entidad del gobierno tomara el riesgo con proyectos viables. De los foros se esperan propuestas para que haya capital de riesgo, donde participen entidades financieras no bancarias, y dar una garantía a quienes financian.

Desde la perspectiva de Yesaki hay un interés genuino de la banca en encontrar una fórmula que le permita canalizar crédito y exista una seguridad en la recuperación del dinero.

En este sentido, el CNA trabaja con la Asociación Mexicana de Bancos (AMB) en la realización de cinco foros regionales para compilar información de los productores y hacer un diagnóstico, que una vez terminado será presentado al presidente de la República y al secretario de Hacienda, con el propósito de contar con elementos que pudieran destrabar el flujo de crédito al campo. Los bancos que participan son más de seis, entre ellos están Banorte, Banamex, Bancomer y HSBC.

Otro de los detonadores que podrían ayudar a fomentar la inversión en el campo son los incentivos fiscales para las empresas agropecuarias y todas aquellas que generen empleo en el medio rural.

Subsidios

Si competimos en una situación desigual con productores de otros países que sí cuentan con subsidios, lo más lógico es decir que nos den para que no vengan con productos más baratos subsidiados a competir con productos más caros sin subsidio, expone Yesaki Cavazos.

Países como Estados Unidos y los de la Unión Europea tienen tesorerías robustas y no muestran problemas en dar subsidios. En México tenemos una considerable cantidad de productores y una gran población, la mayoría pobre, por lo que se mezclan los programas sociales y los de apoyo a la producción.

Es necesario que el gobierno invierta en infraestructura y que haya apoyos al sector productivo ya que los productos terminados que ingresan al país son más económicos que los que se producen aquí.

Por último, Jaime Yesaki anota que el agro desempeña un papel importante dentro de la economía y la sociedad, ya que ahí viven 25 millones de personas, y es una actividad que merece ser reconocida; queremos que las autoridades, el Ejecutivo y el Legislativo, volteen al campo, lo mismo que las entidades financieras para que faciliten créditos.

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