Después de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) pretendió apropiarse del puesto de director ejecutivo de la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA), dio a conocer la convocatoria para ocupar la dirección de dicha organización.
Ante la pretensión de la Semarnat de adjudicar la vacante a un funcionario perteneciente a su institución, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), el Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW, por sus siglas en inglés) y 14 organizaciones ambientalistas más, advirtieron que quien encabece este puesto deberá tener amplios conocimientos ambientales.
La CCA es un organismo paralelo al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Canadá, Estados Unidos y México, tiene como fin monitorear los impactos ambientales de este acuerdo comercial.
Este organismo establece que la posición de director ejecutivo deberá ser ocupada durante tres años, lo que da pie a un sistema rotativo en el que participan representantes de cada nación.
Agregaron que el futuro director deberá mostrar tener un amplio compromiso con el medio ambiente y los recursos naturales, además de promover la participación pública y ser partidario de aplicar las leyes y reglamentos ambientales.
“Si la Semarnat coloca al frente de esta instancia a un incondicional, estará debilitando este mecanismo esencialmente ciudadano. Le exigimos que haga un proceso imparcial que beneficie a los tres países”, advirtió Alejandro Calvillo, director de Greenpeace México.
El puesto anterior fue ocupado por un estadounidense por lo que se contrató un despacho independiente para que organizara un proceso público, abierto y transparente, se hicieron anuncios en distintos periódicos y se seleccionó a los cinco mejores candidatos.
Es indispensable que, como se hizo en la convocatoria pública de hace tres años, la elección del director ejecutivo de la CCA se realice en un proceso abierto, señaló Gustavo Alanís Ortega, presidente del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
De lo que se trata es que el nuevo director ejecutivo sea independiente y no responda, como pudiera ser el caso, a los intereses particulares de ninguno de los tres gobiernos, puntualizó Gustavo Alanís.
Fuente: Teorema
