Legislación Ambiental

Claves del éxito agroproductivo

Una organización de productores en el agro es exitosa cuando alcanza metas como apropiarse de su proceso productivo o lo gestiona de manera eficiente, diversifica sus productos, aplica nuevas tecnologías, gana nuevos mercados, gestiona mecanismos de microfinanciamiento, aprovecha recursos naturales de una forma sustentable y realiza obras de beneficio colectivo.

Según Margarita Flores, investigadora de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), uno de los principales factores de éxito de las organizaciones campesinas es la constitución del capital social en formas como lazos de cooperación y confianza, redes de solidaridad, organizaciones locales y regionales y asociaciones civiles.

El capital social ha servido para: presionar y obtener recursos externos, dar cohesión a las empresas campesinas, abaratar costos de transacción, manejar recursos naturales de forma sustentable, comercializar mejor productos, construir bienes públicos y asumir funciones que antes eran de competencia de organismos públicos.

Los estudios de caso revelan la existencia de formas sutiles de capital social significativas para el avance de las organizaciones de productores, así como la capacidad para definir un interés común y la decisión para alcanzarlo de manera conjunta.

El éxito se ha basado en la autoconfianza que brinda el no encontrarse aislado, la perseverancia en la decisión de alcanzar un objetivo que da la cohesión social o el acatamiento de reglas fijadas por el colectivo.

Articulación de organizaciones

Los esquemas institucionales que sirven para articular a las organizaciones rurales con agentes externos comprenden diferentes tipos de normas y reglas internas (estructuras de gobernación) que se dan entre los socios y participantes en una asociación, organización, red o convenio. La importancia de estas normas radica en que influyen decisivamente sobre la participación social, la democracia interna y la coordinación entre los socios o participantes de empresa común.

Frente a la carencia de infinidad de pequeños productores, se requiere la inyección de recursos y el suministro de asesoría, la cual puede modificar su situación mediante la instrumentación de diferentes proyectos como las cooperativas de ahorro, los programas de asistencia técnica horizontal, programas de producción para el mercado externo, para la preservación de recursos naturales, para la implementación de redes de comercialización y para proyectos de desarrollo local.

En la mayoría de los casos analizados, los apoyos financieros se han destinado a la creación de capacidades locales de producción, de gestión y de fortalecimiento institucional. Se orientan a buscar la sostenibilidad y a más largo plazo, la autososteniblidad, lo cual permite distinguirlos de los fondos de compensación social o de los meramente asistenciales.

Los apoyos externos han sido muy importantes para el éxito de la organización, pero en ningún caso han sido un factor suficiente. Es evidente que no todas las iniciativas cumplen los objetivos en los tiempos previstos y alcanzar puntos de equilibrio. No hay que olvidar que existen factores de incertidumbre asociados a fenómenos climáticos adversos recurrentes y a las pérdidas que conllevan se suma el riesgo inherente al funcionamiento de los mercados, sus precios y las condiciones de acceso.

La diferencia entre una experiencia que se agota y otra que es sostenible descansa en la capacitación de socios y dirigentes, debido a que la formación profesional se ha convertido en condición indispensable (aunque no suficiente) para el funcionamiento adecuado de una organización con un proyecto productivo. Sin lugar a dudas se puede afirmar que a mayor especialización del proyecto, mayor necesidad de formar cuadros técnicos y administrativos campesinos. Cuando la capacitación supera la barrera de la simple transferencia de información, propicia una interacción más igualitaria entre interlocutores campesinos y gubernamentales.

Los nuevos desafíos

El futuro no será una tarea fácil para los pequeños productores, ya que tendrán que enfrentar la necesidad de diseñar procesos de reconversión productiva, iniciar nuevos proyectos productivos, buscar mercados alternativos y fortalecer su organización interna.

Apoyos externos. Son indispensables, sobre todo en las fases iniciales, debido a la carencia de recursos financieros y técnicos (experiencia mercantil e información) de los pequeños productores rurales. Serán imprescindibles donaciones y préstamos en condiciones blandas para poder iniciar los proyectos.

Asesoría técnica, financiera y administrativa. Desempeñarán un papel crucial si se toma en cuenta la escasa experiencia empresarial de los campesinos.

Servicios gerenciales y de administración. Brindados por profesionales a las organizaciones de pequeños productores para administrar la empresa.

Alianzas. Los casos exitosos indican la presencia beneficiosa de alianzas con empresas compradoras y ONG, al desempeñar un papel muy positivo para éstos porque les aportan una fuente de financiamiento, de asistencia técnica y tecnologías, así como el acceso a canales comerciales, servicios que no están fácilmente disponibles en las zonas rurales.

Importancia del liderazgo

El fortalecimiento de las organizaciones también se da por el liderazgo, que desempeña un papel importante en las fases de movilización agraria, así como en las fases de cambio de etapa (por ejemplo: de la lucha agraria a la organización de la producción).

El activo más importante es la existencia de líderes capaces y honestos y su lado negativo es cuando se bloquea la participación o se corrompen las reglas comunes.

La modernización del liderazgo consiste en que continúan siendo personajes clave, pero no como gestores sino como inductores del cambio en las localidades, propiciadores de procesos productivos e institucionales modernos.

Durante las década de los ochenta y noventa, México y los países de Centroamérica aplicaron reformas estructurales profundas que se tradujeron en una reducción de la intervención estatal en el suministro de servicios de comercialización, en la fijación de precios de sustentación, asistencia técnica, transferencia de tecnología, capacitación y financiamiento.

Se dio una apertura comercial que vino acompañada de aranceles más bajos a la importación, y la producción local se enfrentó a la competencia de productos agrícolas y pecuarios de menores precios. La reconversión productiva se impuso como una necesidad cuya solución eficaz habría de permitir a los pequeños productores rurales acceder a nuevos mercados y mejorar sus ingresos.

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