Legislación Ambiental

A 8 años de Pasta de Conchos autoridades no cumplieron

La petición de familiares de los sepultados para la recuperación de los cuerpos, otro de los pendientes que dejó el entonces gobernador de Coahuila Humberto Moreira Valdés

Hace ocho años, cerca de las 2:30 de la madrugada, la mina Pasta de Conchos, explotó. Las llamas alcanzaron entre 600 y 900 grados centígrados y 65 trabajadores quedaron sepultados bajo lo que hoy sólo es tierra.

Familiares de los mineros que quedaron atrapados en esa mina de San Juan de Sabinas, en la región de Nueva Rosita, Coahuila, permanecieron durante varios meses a la espera de que aparecieran, por lo menos, los cadáveres de los trabajadores del turno de las 22:00 a las 6:00 horas, para darles “santa sepultura”, lo que jamás ocurrió.

El cumplimiento de la petición que hicieron esposas, madres, padres e hijos de los sepultados por la recuperación de los cuerpos, se quedó en el aire, como otro de los pendientes que dejó el entonces gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés.

La empresa minera responsable fue Grupo México, que otorgó 750 mil pesos a cada una de las familias de los 65 mineros fallecidos y gastos para la educación de los menores que quedaron huérfanos. Pero lo que los familiares pidieron no les fue otorgado. Hubo marchas y protestas, sin embargo hoy se cumplen ocho años de que aquellos mineros no fueron vueltos a ver, ni siquiera muertos.

De acuerdo con el diario La Jornada, Moreira Valdés dio a conocer que pese a que la mina “operaba con elevados índices de inseguridad”, la carbonera no fue clausurada antes de la tragedia debido a la “negligencia y cuestiones de corrupción en que incurrieron funcionarios de la Secretaría del Trabajo” estatal, encabezados entonces por Pedro Camarillo Adame.

A cinco años de la tragedia, el gobierno no había respondido a las recomendaciones que ya le había dado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en favor de La Familia de Pasta de Conchos.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) también emitió un dictamen en el que señaló que el gobierno de México tuvo responsabilidad por negligencia en la muerte de los mineros de Pasta de Conchos y en su rescate. Pero Moreira no declaró nada al respecto.

Un año después de la explosión de la mina 8 de Pasta de Conchos, Moreira Valdés dijo a El Universal que el ex presidente Vicente Fox Quesada le pidió encarcelar a inocentes para encubrir a funcionarios de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), entre ellos a su entonces titular Francisco Javier Salazar Sáenz.

“En mi cara, en Los Pinos, me pidió que hiciera cosas que no tienen moral, inventar delitos para otras personas, de ese tipo; entonces yo no me voy a callar, se equivocaron de gobernador”, dijo Moreira al diario.

En tanto, el periódico Vanguardia de Saltillo (citado por El Universal) informó que en un documento de la Secretaría Técnica de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados para el caso Pasta de Conchos, firmada por Armando López, secretario técnico de esta comisión, se señala: “Humberto Moreira es corresponsable de la tragedia ocurrida”.

Moreira ofreció una beca a los niños a quienes la explosión les arrebató a sus padres. Esta ayuda fue dada por la Industrial Minera México y el gobierno de Coahuila, sin embargo, un año después, la empresa dejó de otorgar el apoyo económico, el cual les había sido prometido hasta que los cuerpos fueran encontrados. El 4 de abril de 2007, la búsqueda fue suspendida y un mes después, también las becas, según documentó El Siglo de Torreón, de acuerdo con las versiones de algunos familiares.

Otras versiones declaran que las becas les fueron retiradas desde 2010. En 2011, ese diario informó que la ayuda que el gobierno de Coahuila daba a los afectados era de entre dos y tres mil pesos mensuales.

En 2007, el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa también prometió esclarecer el caso e impulsar el desarrollo de las mineras, y es que algunas versiones de lo ocurrido aquel 19 de febrero de 2006 señalan que la explosión ocurrió por la acumulación excesiva de gas metano, la cual rebasaba los estándares legales permitidos, de acuerdo con fuentes sobre la declaración de familiares de los trabajadores.

Lo cierto es que ni Fox, ni Moreira, ni Calderón solucionaron lo que la Familia Pasta de Conchos pedía y sigue pidiendo: recuperar los cuerpos que quedaron bajo los escombros durante aquella explosión de 2006.

De acuerdo con la revista Proceso, la empresa Industrial Minera México puso el año pasado un amparo para evitar el eventual rescate de los 63 cuerpos que quedaron sepultados en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila, en febrero de 2006.

Con información de La Jornada, Vanguardia, Proceso

Teorema Ambiental

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