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Plan emergente para agro mexicano

Rita Schwentesius Rindermann*, Manuel Ángel Gómez Cruz** y Benjamín Carrera Chávez***
* Directora del CIESTAAM, Integrante del PIAI-CIESTAAM, rsr@avantel.net / ** Coordinador del PIAI-CIESTAAM, ciestaam@avantel.net / *** Integrante del PIAI-CIESTAAM, doctorado del CIESTAAM
Rita Schwentesius Rindermann

La suscripción de los diferentes acuerdos comerciales que México ha firmado, ha tenido efectos negativos sobre el sector agropecuario mexicano en su conjunto: el déficit de la balanza comercial alcanzó en 2004 un récord histórico al llegar a 3.8 mil millones de dólares que equivale al 45 por ciento del déficit de la balanza comercial nacional, lo que significa que el agro se ha convertido en una carga fiscal para la economía mexicana.

México ha perdido su soberanía alimentaria, ya que 35 por ciento del consumo aparente de granos proviene del exterior; además, dos millones de productores ejidales y privados han abandonado el campo; los precios de los alimentos se incrementaron en 400 por ciento desde 1994, año del inicio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El número de beneficiados de la política de apertura comercial es reducido y se concentra en comerciantes importadores. Otros sectores, como el de ganado bovino, se vieron estimulados durante los últimos dos años por los casos del “mal de las vacas locas” en Canadá, lo que abrió temporalmente la venta de exportación. Por otro lado, los exportadores de hortalizas y frutas, en número muy reducido, enfrentan nuevos retos por las exigencias en inocuidad y la Ley de Bioterrorismo de Estados Unidos. El balance global es negativo para México.

Acuerdo Nacional para el Campo

Frente a ello, las disposiciones del Acuerdo Nacional para el Campo (ANC) en el apartado B, Comercio Internacional, representan la posibilidad de revertir la situación a favor de México en el caso de su pleno cumplimiento.

Al reconocer que durante los últimos dos años han emergido nuevas condiciones en el comercio internacional, para 2005-2006 se proponen las siguientes acciones y medidas:

1) Negociaciones comerciales internacionales
Los días 13 al 18 de diciembre de 2005 se realizará la Sexta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Hong Kong, para intentar una vez más destrabar las negociaciones estancadas en Cancún en 2003. En cumplimiento de los numerales 77 y 78 del ANC se propone al Ejecutivo iniciar consultas con las organizaciones campesinas y de productores para definir la postura de negociación internacional. Se recomienda que México abandone las propuestas presentadas dentro del G-20 durante la Quinta Conferencia en Cancún y que se acerque al G-33 que permitiría cumplir con el numeral 78.

El G-33 es un grupo de más de 40 países con el liderazgo de la India, cuya postura central es la defensa del mercado doméstico. Sus pro-puestas giran en torno a mecanismos especiales de salvaguarda mediante un tratamiento especial y diferenciado; proteger productos especiales, que en el caso de México serían maíz, frijol y leche; dar la posibilidad de regresar a instrumentos de protección como aranceles y cuotas, o en su defecto elevarlos a causa de ciertas coyunturas, por ejemplo, la caída drástica de precios y alta volatilidad para todos los productos agropecuarios. Proponen mecanismos sencillos que podrían entrar en vigor automáticamente sin los largos y costosos litigios en el marco de la OMC.

2) TLCAN y otros tratados comerciales
Se propone continuar con la evaluación del impacto del TLCAN sobre la agricultura mexicana en forma anual, la cual debe cumplir con el numeral 47, o sea deben realizarse con la más amplia participación posible de los diferentes sectores. A la vez, se debe realizar en forma paralela las evaluaciones de la Ley de Seguridad Agropecuaria e Inversión Rural 2002 de Estados Unidos y de los principales mecanismos de política agropecuaria y rural en México, en lo particular del Procampo.

Mientras que en Estados Unidos por ley se evalúa cada dos años el impacto del TLCAN hasta 2011; sólo se ha realizado en 2003/2004 una evaluación, que no ha cumplido con su objetivo. Además, una comisión conjunta debería definir los términos de referencia de las evaluaciones y no la Secretaría de Economía.

En el caso de TLCAN se requiere:
a) Establecer mecanismos de protección para maíz, frijol y leche, los cuales deben ser negociados con los socios comerciales, por lo que se demanda la presentación de avances en la consulta realizada a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá para la renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN. Así como la posible suscripción de los acuerdos complementarios o anexos (numeral 48).

b) Defensa de la producción nacional de caña de azúcar, la aplicación irrestricta del TLCAN para exportar nuestros excedentes. Evitar las importaciones de alta fructuosa.

c) Establecer una mesa de trabajo para la revisión de los instrumentos jurídicos que permitan la defensa de la producción nacional (numeral 49).

3) Defensa contra prácticas desleales de comercio
El numeral 61 del ANC establece el compromiso de crear la Oficina de Investigación Comercial con la participación de organizaciones campesinas. La OIC debe constituirse en una estrategia del gobierno y sociedad, para profesionalizar el monitoreo de prácticas desleales de comercio en materia agropecuaria, forestal y pesquera, median-

te la asignación de recursos económicos, institucionales y humanos suficientes, así como la debida coordinación interinstitucional de las secretarías de Economía, de Agricultura, de Hacienda y de Relaciones Exteriores, para utilizar y coordinar la infraestructura de los consulados y embajadas. La OIC deberá conformar un consejo técnico con la participación de los sectores social (tres representantes) y privado (uno) en el campo, sector agroindustrial (uno), universidades (dos), gobiernos de los estados (dos). La OIC estará adscrita al presupuesto y bajo la coordinación de la Secretaría de Economía.

Establecer una comisión conjunta para la aplicación del numeral 65 que establece “se intensificará el combate frontal al contrabando de mercancías, con la participación directa en las aduanas de observadores de las organizaciones campesinas y de productores…”
En el marco de la OMC debe avanzarse con la prohibición del dumping, para ello se requiere de una nueva metodología del cálculo de los subsidios así como la aceptación de que el dumping se da a partir de los costos de producción y no del precio de mercado.

4) Inocuidad y calidad
En el caso de la inocuidad, que se refiere a las buenas prácticas agrícolas y de manufactura, así como del HACCP, medidas obligatorias por parte de Estados Unidos para la exportación de carnes, jugos y pescado, y de facto obligatorias para hortalizas (cebollín y melón) se debe negociar con los socios comerciales reglas más claras para el comercio. En caso de que haya brotes de enfermedades es indispensable que el socio comercial muestre todas las evidencias de daños, sobre todo el foco del daño.

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