Los municipios de Río Bravo y Matamoros, en Tamaulipas, podrían quedarse sin agua potable, dado que la mancha de gas condensado en el caudal del río Bravo, producto de una fuga del hidrocarburo en instalaciones de Petróleos Mexicanos en Reynosa, se dirige a esas localidades
La Dirección Estatal de Protección civil anunció que las autoridades municipales decidieron cerrar el sistema de bombeo para evitar que el líquido contaminado llegue a las tuberías. Los más de 100 litros de gas que el martes pasado salieron del pozo Cañón 34 de Pemex, en la periferia de Reynosa, contaminaron la principal planta potabilizadora de la localidad, denominada El Morillo, por lo que la Comisión Municipal de Agua Potable, Comapa, suspendió el servicio a un millón de habitantes de esa ciudad.
En Matamoros, la Junta de Aguas y Drenajes informó que en las primeras horas de hoy se cerrarían las bombas de abastecimiento debido al alto nivel de contaminación que la Comisión Nacional del Agua, Conagua, detectó en el caudal del Bravo, por lo que la población de Matamoros sólo tienen garantizado el líquido durante las próximas 48 horas.
En este contexto, el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, llegará hoy a Tamaulipas para hacer un recorrido por las zonas afectadas y para presidir una reunión del Comité de Evaluación de Daños.
