Energía

Urgen reconvertir Termoeléctrica de Tula por ser alta fuente contaminante

OCCA e Iniciativa Climática de México exigieron eliminar el uso de combustóleo para la operación de la planta ya que sus emisiones son altamente dañinas para el Valle de México

José Luis Martínez

Ciudad de México, 5 de marzo de 2020.— Grupos de la sociedad civil adscritos al Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (OCCA), en coordinación con Iniciativa Climática de México (ICM), recordaron los efectos nocivos que causa al aire del Valle de México, desde hace décadas, la operación de la Planta Termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), instalada en la ciudad de Tula, Hidalgo.

Dicha planta es una de las más grandes del país, sin embargo opera con una tecnología obsoleta a base de la quema de combustóleo, por lo que representa la fuente más importante de emisiones de bióxido de azufre, que en interacción con la humedad de la atmósfera forma pequeñas gotas de ácido sulfúrico y viajan como partículas finas (PM 2.5) hasta 100 kilómetros al sur de la Ciudad de México y afectan la salud de los 20 millones de habitantes de la región.

De acuerdo con el análisis, tanto la termoeléctrica de CFE como la Refinería de Pemex, también ubicada en esta ciudad, emiten 33 veces más dióxido de azufre (SO2) que todo el Valle de México y representan más de la mitad de las concentraciones de este compuesto que se acumulan en la región todos los días, de acuerdo con el Inventario de Emisiones de la Ciudad de México.

“Ambas plantas están señaladas como las más contaminantes del país, mientras que la CFE ocupa el segundo lugar entre las 500 empresas emisoras de SO2 que operan en México, Canadá y EEUU”; entre 2010 y 2018 se estableció que el sector energético basado en el uso de combustibles fósiles, es una de las principales fuentes de emisiones, indicaron las organizaciones en conferencia de prensa.

Según datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), solo en 2016, cuando se presentaron las cifras más recientes sobre el tema, murieron prematuramente en México más de 44 mil personas por exposición a la contaminación del aire, en tanto que en 15 de las principales ciudades donde se tienen mediciones de sus niveles contaminantes, se han presentado 17 mil muertes por este motivo.

De acuerdo con Stephan Brozdiak de El Poder del Consumidor, “si logramos que la planta de la CFE de Tula utilice solamente gas como combustible, se reducirán las enfermedades respiratorias y la mortalidad prematura en la Zona Metropolitana, mientras que el material particulado que se emite actualmente por el uso de combustóleo se aloja en los alveolos pulmonares, porque es tan pequeño que pasa al torrente sanguíneo y agrava enfermedades pulmonares”, detalló.

Lamentó que mientras los gobiernos de la Ciudad de México y de las otras entidades que conforman la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) hacen esfuerzos por reducir las fuentes de contaminación ambiental locales.

Finalmente, informó que en Latinoamérica más de 150 millones de personas viven en áreas urbanas permanentemente expuestas a estos contaminantes (SO2 y partículas PM 2.5 y PM 10) que de manera crónica y aguda merman su salud y calidad de vida en el largo plazo, mientras que en China, el gobierno determinó el cierre de las plantas de generación eléctrica que funcionan a partir de carbón o combustóleo.

Por su parte, el doctor Adrián Fernández, director ejecutivo de ICM, mostró la forma en que en el país se ha realizado un monitoreo atmosférico de por lo menos 20 años, con el que se han realizado modelaciones de gran escala como la Campaña Milagro, que demuestran consistentemente que las emisiones generadas en el complejo industrial de Tula, particularmente la Termoeléctrica de CFE, contribuyen importantemente a la mala calidad del aire de la región.

Explicó que al tener identificada esta importante fuente de contaminantes y no hacer algo para revertirla, genera un efecto de contaminación relativa que agudiza los efectos nocivos de la contaminación que se genera de manera local, además que es inminente el inicio de la temporada de incendios en el país, con lo que entraríamos nuevamente en una situación crítica de contaminación atmosférica en el Valle de México, tal como ocurrió el año pasado.

Esto porque tanto las emisiones de la termoeléctrica como los incendios concentrados, son las dos principales fuentes emisoras de partículas a la atmósfera en la Megalópolis y tienen la capacidad de viajar hasta 200 kilómetros de manera tamizada.

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