Energía

Siete mitos siete sobre la energía nuclear

Primer mito: El uso de la energía nuclear en el mundo es pujante y está en expansión.

La realidad es que… en los últimos 12 años se han cerrado 32 reactores y se han conectado 52 a la red eléctrica, lo que equivale a un incremento neto de un reactor y medio al año. Sólo 31 países (de los 191 estados miembros de la ONU) cuentan con energía nuclear. El máximo de 294 reactores en América del Norte y Europa Occidental se alcanzó en 1989, al finalizar la Guerra Fría.

La cifra global tiende a la baja, ya que de las 27 centrales actualmente en construcción 18 están en Asia (ocho en la India, dos en Irán, dos en Japón, dos en Taiwán, uno en China, uno en Corea del Norte, uno en Corea del Sur). En Europa sólo se encuentra un reactor en construcción.

Segundo mito: La energía nuclear es rentable y despierta el interés de los inversionistas.

La realidad es que… en 2004, la IAEA señaló que la energía nuclear “se reducirá progresivamente” porque tendrá “problemas para competir con las tecnologías”. Incluso en un escenario hipotético, si se proyecta un incremento del 13 por ciento de generación nuclear entre 2002 y 2030, su participación en la energía primaria en el mundo representaría sólo el 5 por ciento.

Las inversiones en proyectos de generación de energía nuclear, además, implican que esos capitales no se destinen al sector de tecnologías de eficiencia energética y energías renovables, que minimizan con mayor eficacia las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Un análisis realizado por el Rocky Mountains Institute señala que en Estados Unidos por cada dólar invertido en eficiencia energética se evita siete veces más emisiones de CO2 que con un dólar invertido en energía nuclear.

Tercer mito: El tratamiento y disposición final de desechos nucleares es seguro.

La realidad es que… los residuos nucleares son uno de los principales problemas ambientales que enfrenta la humanidad. La mayor parte continúa cerca de las plantas nucleares en depósitos de seguridad transitorios. Después de 60 años del desarrollo de la energía nuclear aún no existe una tecnología para su disposición final segura.

Algunos desechos radiactivos mantienen su peligrosidad por cientos de miles de años, y ninguna formación geológica natural asegura una estabilidad por tantos tiempo.

Cuarto mito: La energía nuclear no está ligada a la proliferación de armas nucleares.

La realidad es que… un problema básico de los reactores comerciales es que generan cantidades importantes de plutonio como un derivado normal de la cadena de reacción dentro de las barras de combustible. El plutonio, una vez separado del combustible quemado, puede ser utilizado como material fisionable en un arma nuclear.

Actualmente Estados Unidos, Rusia, Francia, Inglaterra, tienen arsenales nucleares; también la India, China, Suráfrica, Corea del Norte, Pakistán e Israel han desarrollado programas para uso bélico e Irán mantiene actualmente un programa tendente a la fabricación de una bomba atómica.

Quinto mito: Es una alternativa que solucionará para siempre las necesidades de energía de la humanidad.

La realidad es que… proyectos como el Reactor Termonuclear Experimental (ITER) originalmente destinado a la cooperación para uso civil de la energía nuclear y en el que actualmente participan la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, China, Japón y Corea del Sur, presenta problemáticas técnicas en la producción de los elementos por fusionar, en su resistencia a la fusión y el control de la reacción.

Sexto mito: No tiene riesgo para la salud y no produce emisiones contaminantes.

La realidad es que… las explosiones nucleares producen diversos tipos de impactos radiactivos, todos destructivos. Se provocan efectos inmediatos y retardados, entre los inmediatos están la onda expansiva, el pulso del calor, la radiación ionizante y el pulso electromagnético que pulverizan y calcinan seres vivos e infraestructura.

Los efectos retardados impactan a la población por irradiación de tejidos, daños a las estructuras celulares y ADN que se expresa con el cáncer. También daña irreversiblemente las fuentes de alimento, los ecosistemas y los hace inhabitables para los seres vivos.

Séptimo mito: Es la solución al cambio climático porque no produce emisión de gases de efecto invernadero.

La realidad es que… un correcto análisis de la relación entre energía nuclear y calentamiento global debe incluir las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el reactor nuclear, por la minería y enriquecimiento de uranio, la fabricación de combustible y las etapas posteriores, como el reprocesamiento y la disposición final de los desechos radiactivos.

La Agencia Internacional de Energía Nuclear de las Naciones Unidas calcula para la energía nuclear cifras superiores a 30 y 60 gramos de generación de CO2 por KW/hora. En comparación con otras 10 fuentes de energía, el carbón es el mayor emisor de CO2, y la nuclear está en quinto lugar. Por ello, además de ser un riesgo radiactivo, tampoco es una solución al cambio climático.

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