El Instituto Mexicano del Petróleo realiza un estudio para determinar si la zona es sísmica tridimensional y para conocer los efectos que implicarían los trabajos exploratorios y de extracción de hidrocarburos mediante la técnica de fragmentación hidráulica
Ojinaga, Chihuahua.— La población de Chihuahua comienza a organizarse con el fin de evitar daños al entorno ambiental que, dicen, ocasionará la técnica hidráulica de fragmentación de las rocas —fracking— para extraer el hidrocarburo, y el probable despojo de sus tierras, ante la posibilidad de la exploración y explotación del gas shale en el desierto de Chihuahua.
Por su parte, académicos, activistas y organizaciones civiles formaron el grupo Chihuahua contra el Fracking en el cual imparten talleres informativos sobre los efectos nocivos de ese método de extracción. También iniciaron las primeras regularizaciones de predios intestados y de tierras nacionales, y en la región se ha visto a empresarios extranjeros, sobre todo asiáticos, dispuestos a entrarle al negocio de extracción de gas shale.
Actualmente el Instituto Mexicano del Petróleo realiza un estudio —valuado en 230 millones de pesos— para determinar si la zona es sísmica tridimensional y para conocer los efectos que implicarían los trabajos exploratorios y de extracción de hidrocarburos no convencionales mediante esa técnica de fragmentación hidráulica. Las investigaciones concluirán en enero de 2015, aseguró el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, en una de sus visitas a la entidad.
Fuente: http://www.proceso.com.mx/
