En la ciudad de México y área metropolitana se generan 12 mil toneladas de basura al día. Esta acumulación de desechos representa un problema ecológico, que podría convertirse en una rentable oportunidad utilizando un sistema basado en la gasificación, que consigue transformar los desperdicios en energía.
“Se encarga de desintegrar de manera definitiva todo tipo de residuo, podemos procesar residuos urbanos, biológicos, llantas, lodos industriales, etcétera”, comentó Luis Roberto Hernández, director técnico de Cleen Main.
“Es la reducción de vertederos o depósitos de basura a cielo abierto, otro beneficio es la eliminación de la contaminación de los mantos freáticos así como la eliminación de la contaminación de la atmósfera”, indicó Jesús Ortiz Haro y Bravo, director general de Cleen Main.
Mediante un proceso de gasificación se puede eliminar la basura sin generar emisiones contaminantes y, al mismo tiempo, producir electricidad. El sistema funciona de tal manera que rompe las estructuras moleculares de la basura hasta reducirlas en una suerte de lava que al secar da lugar a un cristal parecido a la obsidiana.
“Es un producto que se puede vender como rellenos de carreteras, como baldosas, como tejas”, explicó Luis Roberto Hernández.
Mediante este proceso también se obtiene un gas sintético, que sirve para obtener electricidad de basura.
“Inicia con plantas que permiten el proceso de basura de comunidades con un número de 250 habitantes y de ahí, esa modularidad se va desdoblando hasta alcanzar las cantidades que requieren las comunidades”, concluyó Ortiz Haro y Bravo.
Actualmente, esta tecnología se utiliza en países desarrollados como Canadá, España, Japón y Australia. En México recientemente la instaló una empresa que busca incorporarla para poner fin a los rellenos sanitarios y tiraderos a cielo abierto.
Fuente: Once Noticias
