Energía

Analizan deficiencias en la política para generación de energías limpias

Las subastas eléctricas de largo plazo son una oportunidad para bajar los costos de la electricidad, generar inversiones productivas y cumplir las metas climáticas y de energías limpias

José Luis Martínez

Ciudad de México, 20 de septiembre de 2019.— La Plataforma México, Clima y Energía (PMCE), integrada por Iniciativa Climática de México, AC (ICM), el Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC) y World Wildlife Fund (WWF México), realizaron este jueves un segundo taller de medios para explicar algunos temas acerca de la operación del sector eléctrico en México, relacionados con aspectos de administración y operación gubernamental, en torno a la planeación y los instrumentos de mercado.

En el taller “Entendiendo el sector eléctrico 2” se analizaron tres temas:

  1. Una propuesta para incrementar la capacidad de energías renovables en la península de Yucatán;
  2. El Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), y
  3. Las subastas como un instrumento de mercado para fomentar las energías renovables.

La primera charla estuvo a cargo de Daniel Chacón de ICM, quien destacó la necesidad de realizar una buena planeación energética para la península de Yucatán, pues actualmente tiene un déficit en la generación de electricidad, por el crecimiento que ha tenido la industria turística en la región del Caribe.

Este fenómeno se agudizó porque hay una limitada capacidad de transmisión desde el sur del país y la falta de suministro constante de gas natural de buena calidad para alimentar las plantas de generación. Mientras que el cambio climático ha obligado a tener una mayor operación de climas artificiales para soportar el intenso calor, por lo que el consumo eléctrico es mucho mayor que hace unos pocos años.

El experto explicó que es complicado seguir alimentando las plantas de generación eléctrica en la península con gas o combustóleo, el primero porque todavía no tiene un flujo constante desde los ductos construidos en el centro y sur del país y faltaría instalar nueva infraestructura hacia el norte de Quintana Roo, lo que sería una obra costosa y que requeriría devastar una buena cantidad de selva, tanto para instalar ductos de gas, como líneas de transmisión de electricidad.

Por ello, una propuesta ideal para solucionar este problema en esa región es la instalación de 300 megavatios (MW) de energía solar, 180 MW de energía eólica y un sistema de baterías de 300 MW. Esta propuesta cuesta un 60 por ciento menos que instalar una línea de transmisión, es más rápida de instalar (entre uno y tres años), contra siete años de la otra alternativa, y bajo impacto ambiental y social. Además de ser mucho más eficiente que una planta operada con combustóleo.

Además, sería una medida para evitar la saturación de las líneas de transmisión que actualmente operan gran parte del año al máximo de su capacidad, una situación que no es deseable por el riesgo de presentar problemas o accidentes.

La segunda charla estuvo a cargo de Luis Romero, experto en mercados eléctricos y política energética de WWF México, y versó sobre algunas inconsistencias relevantes en cuanto al diseño del Prodesen, como documento que debería regir claramente la operación del Sistema Eléctrico Nacional que se publica anualmente con un horizonte de 15 años para las actividades de generación, transmisión y distribución.

“El Prodesen manda señales al sistema y al mercado eléctrico y sirve para orientar las inversiones en el mediano y largo plazo. Sin embargo, de 2015 a 2018 se identificaron algunas áreas de oportunidad pues tiene pronósticos deficientes de demanda y algunas imprecisiones en la base de datos de las centrales eléctricas, pero tampoco se ha cumplido con los planes de instalación y retiro de plantas y tecnologías que ya son obsoletos y en los que se sigue utilizando combustibles fósiles para producir electricidad, con elevados costos ambientales y económicos por su eficiencia limitada.”

En lo que toca al Prodesen publicado en 2019, se encontraron imprecisiones en términos de la generación, demanda y emisiones. Por ejemplo, los cálculos de este documento no corresponden a la proyección de la generación que estableció el propio documento en años anteriores y las estimaciones no son realistas en cuanto al cumplimiento de los compromisos establecidos por el país en el Acuerdo de París, que tendrán que ser cumplidos hacia 2030.

“Los sistemas de planeación deben ser más robustos, participativos y deben escuchar a todos los involucrados en el tema para que no haya contradicciones en la política nacional en aspectos sociales, económicos y ambientales”, aseguró. “Actualmente las políticas energéticas están desintegradas del tema ambiental. Por eso se percibe que el gobierno federal le está dando un mayor peso a la industria petrolera, aunque no necesariamente sea el caso.”

Y remató: “la contribución de México a detener el cambio climático es de apenas el 1 por ciento, no comparable con los grandes países contaminantes como China y EEUU. Sin embargo, estamos entre los diez países más contaminantes del mundo y para revertirlo, necesitamos hacer una transición tecnológica que generará una mayor competitividad y desarrollo.

Finalmente, Víctor Ramírez de la Asociación Nacional de Energía Solar (Asolmex) explicó las características generales de las subastas de largo plazo (SLP) y la importancia que tienen para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Suministro Básico (SSB).

Subrayó que la Ley de la Industria Eléctrica establece que las SLP son el único mecanismo por el cual la CFE SSB obtiene energía eléctrica, potencia y Certificados de Energía Limpia (CEL).

Con base en un estudio elaborado por la PMCE, se estima que de no reactivarse las SLP, en 2024 la CFE SSB tendría que realizar una inversión de recursos propios para generar aproximadamente ocho gigavatios (GW) de energías limpias para cubrir su déficit de 21 millones de CEL. La incorporación de esta capacidad equivale a una inversión de alrededor de 8.2 mil millones de dólares para 2024.

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