Contaminación

Producirán gasolina con bajo nivel de azufre

Los expertos respaldan la medida porque los actuales niveles de azufre en las gasolinas -combinado con otros contaminantes en el ambiente- y la enorme cantidad de vehículos automotores que las emplean, están propiciando daños a la salud e incluso muertes

El azufre, presente lo mismo en una cebolla que en aguas termales, zonas volcánicas y combustibles fósiles (carbón y petróleo), tiene preocupados a científicos, médicos y ambientalistas de México, que no saben cómo convencer a la población de que —en lugar de enojarse— apoye un nuevo aumento en el precio de la gasolina y diesel que se dará a conocer próximamente, el cual tiene relación directa con ese elemento químico.

La medida no será popular, afirma el Nobel de Química 1995, Mario Molina, quien refiere que el nuevo costo del combustible (que está por determinar Hacienda) puede provocar irritación entre los mexicanos, pero es necesario para recuperar la inversión de 2,700 millones de pesos que Petróleos Mexicanos (Pemex) realizará en los próximos cuatro años para instalar tecnología y equipos especiales —en sus seis refinerías— a fin de producir gasolinas y diesel de bajo azufre.

En este caso, los científicos, médicos y ambientalistas dicen que se les ha transferido la responsabilidad de atender el problema de la contaminación, pero quienes toman las decisiones son otros que no quieren asumir el costo político cuando, en este país, se hace necesaria “una buena política ambiental con agenda adecuada”.

Los expertos respaldan la medida porque los actuales niveles de azufre en las gasolinas —combinado con otros contaminantes en el ambiente— y la enorme cantidad de vehículos automotores que las emplean, están propiciando daños a la salud e incluso muertes prematuras en la población de las ciudades más importantes y productivas del país, sobre todo del Distrito Federal.

Afirman que la economía nacional se está viendo seriamente afectada por ausentismo laboral y escolar, y se están disparando los costos del sector médico que invierte mayores presupuestos para la atención de pacientes afectados en sus vías respiratorias a causa de la contaminación ambiental.

“Hay estudios experimentales o hasta analogías que permiten señalar que el azufre produce daño a las vías respiratorias y provoca oxidación del organismo, a veces lesiona irreversiblemente de acuerdo con el tiempo de exposición, duración y con la capacidad del individuo para resolverlo”, alerta Fernando Cano Valle, director general del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).

Más días en hospital

Explica que se han hecho muchas investigaciones por años y los resultados coinciden en que es un problema serio, sobre todo en niños y adultos mayores. Un dato reciente indica que el control de los niños asmáticos por efecto de la contaminación atmosférica, requiere de periodos de hospitalización del doble de lo que hace 20 o 25 años se podía controlar en dos o tres días.

“Ahora son periodos de hospitalización de ocho o 10 días con costos muy elevados y con tecnologías médicas que implican altos gastos”, comenta el especialista y añade que “en el 90 por ciento de los días estamos por encima de la norma (de contaminantes) y hay un impacto en la salud”.

“El asma en niños y adolescentes va hacia arriba, los tumores malignos, las enfermedades pulmonares y, aunque los seres humanos estamos diseñados de tal forma que nos podemos defender, no puede ser permanentemente. La gente está muriendo de manera prematura por los contaminantes”, advierte.

El especialista no oculta su inquietud sobre la vulnerabilidad que los mexicanos tenemos a contraer enfermedades con mayor facilidad frente a los de otros países, lo cual se atribuye a los altos niveles de desnutrición y la variación genética.

“En México, por los altos niveles de desnutrición que existen, el niño es pasto de los factores oxidantes del azufre y la respuesta inmunológica es pobre, pero también depende la variación genética; éste es un factor importante pues nos ha mostrado la predisposición a ser más diabéticos y más obesos que el resto del mundo, entonces son factores que tenemos que sumar”, dice.

Lo crítico es que no solamente respiramos azufre, sino amonio, cloro, óxidos de nitrógeno, ozono, cadmio, mercurio, una innumerable cantidad de elementos que se combinan y alteran los mecanismos de defensa disparando una serie de eventos moleculares que tienen que ver con el daño y la reparación del tejido no solamente pulmonar, sino también del cerebro, los riñones, el corazón, la piel.

“Son todos los tejidos los que se afectan y tenemos que pensar que cuando se habla de contaminación atmosférica, volteamos hacia arriba para ver en dónde está, cuando está a nivel de nuestra nariz, ahí se encuentra la contaminación”, indica Cano Valle.

El que contamina, paga

Expertos buscan el apoyo en los medios de comunicación con el respaldo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental y la Fundación Hewlett para que coadyuven en el trabajo de concienciación de los mexicanos, tras señalar que es mejor atacar el problema aunque implique costos adicionales para quienes cuentan con un automóvil.

Fuente: El Universal

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