ESTADO DE MÉXICO.— Urge una vigilancia sanitaria de los plaguicidas extremadamente tóxicos que se utilizan en el campo, así como la educación y fortalecimiento de la legislación existente, expresó la diputada local y presidenta de la comisión legislativa de Protección Ambiental, Carla Grieger Escudero.
La diputada local señaló que las conferencias y experiencias en la materia enriquecerán sus propuestas para sustentar la iniciativa de ley que se pretende presentar en el siguiente periodo de sesiones.
Al referirse a la problemática, mencionó que en el mundo 3 por ciento de los campesinos que están expuestos al contacto con los plaguicidas, sufren intoxicación aguda al año, además, la exposición por largos periodo produce efectos crónicos severos como malformaciones genéticas, daños al sistema nervioso central, efectos mutagénicos, distintos tipos de cáncer, daños al sistema inmunitario y lesiones a la piel, ojos, pulmones; daños crónicos al hígado y riñón y en las mujeres provoca abortos, esterilidad, entre otras afectaciones.
Indicó que son 107 los plaguicidas prohibidos en el mundo, pero en la entidad no se sabe a ciencia cierta cuántos se usan todavía, además, la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), señala que los plaguicidas clorados son los contaminantes orgánicos persistentes según el Convenio de Estocolmo suscrito por México, entre los que se incluyen aldrina, clordano, dieldrina, endrina, y otros.
Sin embargo, aunque en 1991 México ya prohibió plaguicidas como la aldrina, endrina y mirex y en 2003 se publicó la Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, que regula el manejo de residuos de plaguicidas, en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México es el único país que utiliza DDT para el control del mosquito transmisor del paludismo, mientras que Estados Unidos era el único país que producía el clordano y nuestro país, el único que lo usaba.
De acuerdo con datos del año 2000, donde más se usaban plaguicidas estaban Sinaloa, Chiapas y Veracruz, y en cuarto lugar estaban, Jalisco, Nayarit, Colima; en quinto, Chihuahua y Baja California, en sexto Tamaulipas, le seguían Michoacán, Tabasco, la entidad mexiquense en noveno y en décimo Puebla y Oaxaca.
Los plaguicidas más peligrosos usados en nuestro país y que están prohibidos a escala mundial son cloratos o clordano, clorobencilato, DDT, eudusulfán, Gamma HcH, Metoxicloro, canfleciro, endrín, BCH Tridente, Heptacloro, Disulfotón, EPN, Paratión etílico, leptofos, pentaclorofenol y Paraquat, entre otros.
Fuente: Rumbo de México
