La falta de voluntad política de las autoridades federales para aplicar las normas anticontaminantes ha sumergido a México en la última década en la peor crisis ambiental de su historia.
Ramón Ojeda Mestre, secretario general del Comité Internacional de Arbitraje Ambiental, destacó que en México cada año mueren 32 mil personas debido a la contaminación del aire y agua principalmente.
La salud de niños, jóvenes y adultos se ha deteriorado aceleradamente y prueba de ello es el alto índice de enfermos de hepatitis, cáncer, diabetes, registrado en los centros de salud de todo el país.
Dijo que el problema de obesidad va en aumento porque la carne que ofrecen autoridades sanitarias y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) es inadecuada para la población, ya que se trata de animales engordados artificialmente con anabólicos.
Ello, aunado a que la basura que se concentra en las zonas urbanas se ha vuelto más peligrosa porque son desechos electrónicos, tóxicos y cancerígenos, lo que lleva a que el gobierno federal declare una emergencia ambiental para corregir las políticas públicas de este sector.
Abundó que el presidente de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental debe integrar un Comité de Emergencia, donde practique la comunidad científica nacional para diseñar una política ambiental.
Fuente: El Occidental
