Contaminación

Incineró y manejó clandestinamente tóxicos durante 8 años

La planta fundidora de metales Asarco almacenó agua contaminada con residuos de armas químicas

Organizaciones no gubernamentales legisladores y personal de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas descubrieron que la planta fundidora de metales American Smelting and Refining Company (Asarco), cerrada hace casi 10 años, incineró y almacenó tóxicos como agua utilizada para lavar un horno en el que se quemaron desechos de armas químicas.

Al revisar los documentos en poder de los jueces estadounidenses que definirán en septiembre próximo si permiten la reapertura de la planta, descubrieron que el agua presuntamente contaminada con residuos de armas químicas había sido enviada del estado de Utah a la planta de Asarco ubicada en Texas.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) y ex empleados de Asarco que se oponen a la reapertura de la planta, también encontraron pruebas de que la empresa construyó instalaciones especiales para recibir materiales tóxicos, que fueron incinerados en un área especial a la que sólo accedían empleados designados para ese trabajo, muchos de los cuales resultaron con cáncer.

En enero pasado Asarco solicitó autorización para reanudar operaciones, pero la Comisión de Calidad Ambiental de Texas la emplazó para que demuestre que sus emisiones no afectan la salud de los pobladores de Chihuahua, Texas y Nuevo México.

Aunque la empresa niega haber incinerado y almacenado materiales peligrosos durante su operación (1989 a 1997), un grupo de ex trabajadores, encabezados por Daniel Arellano, interpuso una denuncia en su contra por los daños que a su salud les causó el manejo de esos materiales.

Arellano, quien padece leucemia, señaló que realizan un censo de los ex trabajadores de Asarco que padecen enfermedades crónicas y terminales, debido al manejo de químicos prohibidos que eran incinerados en los hornos sin permiso.

Dijo que durante los 24 años que trabajó en la planta incineradora, estuvo expuesto a materiales peligrosos sin ser advertido del peligro. Comentó que incluso operó con materiales desconocidos.

Fuente: La Jornada

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