“Las emisiones de los tubos de escape de los diesel causan cáncer de pulmón en los humanos”: Christopher Portier
Lizlenne Tiburcio
París.— Durante la reunión de científicos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), que se celebró en Lyon al este de Francia, se mostraron suficientes evidencias que aseguran el riesgo de cáncer de pulmón y el incremento en cáncer de vejiga en los humanos que se exponen a las emisiones de los motores de diesel.
Christopher Portier, presidente de las reuniones de trabajo de la IARC, que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que la decisión fue unánime y que “las emisiones de los tubos de escape de los diesel causan cáncer de pulmón en los humanos”.
Las emisiones que generan peligro ante su exposición, no sólo se presentan en los tubos de escape de los autos, también los motores de los barcos y trenes de diesel presentan estas partículas que forman una mezcla de productos químicos que dados los impactos que produce a la salud humana, deberían reducirse en el mundo entero.
La OMS supone una “señal fuerte para la salud pública” aseguró Portier ante las evidencias. Los estudios se realizaron en su mayoría a personas cuyos trabajos implican altos niveles de exposición a estos componentes y fueron refrendados por el impacto de la población. “Por tanto, las acciones para reducir la exposición deben englobar tanto a los trabajadores como a la población general”, precisó Kurt Straif, uno de los científicos congregados en Lyon.
Al parecer los motores de diesel no son los únicos responsables en la emisión de partículas que causan cáncer; según una evaluación previa de 1989, los motores de gasolina también generan emisiones que pueden resultar cancerígenas.
Por ello, y ante la creciente sensibilidad medioambiental que se enfatizó en las últimas dos décadas, se han implementado acciones reguladoras en Norteamérica y Europa con éxito en cuanto a la reducción de las emisiones por motores de gasolina y diesel. Pero este énfasis debe ser a nivel global, incluyendo a los países en desarrollo donde las poblaciones son más vulnerables y sería más difícil adoptar las nuevas tecnologías y medidas de protección.
Con información de EFE verde
