España es uno de los países acusados por la organización ecologista Oceana de perjudicar el medio marino con su explotación de los caladeros de peces en aguas profundas.
Oceana demanda además a Francia, Polonia y Portugal del mismo delito ecológico y los señala como los estados que encabezan la oposición a que se regule la explotación de los caladeros de peces de los fondos marinos.
La organización insiste en que de forma continuada, esos cuatro gobiernos han ignorado los avisos científicos sobre el mal estado de los caladeros, y dificultan cualquier iniciativa para conseguir una buena gestión para las especies pesqueras.
Añade que las administraciones de esos países “rechazan las propuestas que se presentan para evitar el colapso de esas especies y solicitan cuotas de pesca que ponen en riesgo el futuro de la actividad, en especial para los géneros de grandes profundidades”.
Fuente: Prensalatina
