Colaboraciones

El futuro del edificio sustentable

Por Ángel Adrián Jiménez

Reducir el consumo de energía, minimizar los efectos sobre el medio ambiente, hacer más eficiente el uso del agua son cuestiones que, en el mundo desarrollado, ya nadie deja de tener en cuenta a la hora de diseñar y construir. Los edificios representan la tercera parte de las emisiones que dañan el planeta, por ello es primordial el analizar cómo se mejoran los existentes y cómo se construyen las nuevas edificaciones para cuidar el medio ambiente.

Los edificios representan en todo el mundo 33 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) (gas responsable del efecto invernadero), una proporción mayor que la de la industria y el transporte. Además, utilizan 17 por ciento de las “aguas frescas” del planeta, 40 por ciento de la energía y materiales y 25 por ciento de las maderas. En contraposición, un edificio construido con criterios de sustentabilidad reduce entre 8 y 9 por ciento sus costos operativos, aumenta 7.5 por ciento el valor de la propiedad, incrementa 3.5 por ciento la ocupación y eleva 3 por ciento la renta por alquiler.

Una de las medidas más económicas y representativas para reducir el gasto en energía es el uso de las ventanas de PVC-U, son fáciles de instalar y cuentan con excelentes propiedades de aislamiento para el calor y el sonido, además de que requieren de muy poco mantenimiento. Comparadas con las ventanas de aluminio o de madera, tienen mayor duración, son estables y fáciles de limpiar; son resistentes a los cambios de clima y a los químicos, además hay una gran variedad de colores y diseños.

Este tipo de ventanas son las más utilizadas en los principales países de Europa; a lo largo de la historia su mercado y su utilización han protagonizado un crecimiento constante en detrimento de otros materiales. Se utiliza, con excelentes resultados, desde hace más de 50 años, y su calidad está avalada por la satisfacción de millones de usuarios.

Debido al alto coeficiente de aislamiento térmico, su costo se amortiza rápidamente por el ahorro de energía que proporciona al usuario. Además, dado su excelente comportamiento térmico, y al ofrecer el mayor coeficiente de aislamiento acústico, también reduce ampliamente los efectos de la contaminación acústica.

El ahorro en calefacción y aire acondicionado derivado de este tipo de ventanas puede llegar hasta 58 por ciento respecto a otros sistemas estándar. Con ello no sólo se ahorra dinero, sino que contribuye al sostenimiento del medio ambiente haciendo un uso eficiente y responsable de la energía.

Los elementos claves y comunes a los diferentes países en el planteamiento de la construcción sostenible son reducir el uso energético y de reservas minerales naturales, conservar la biodiversidad y las áreas naturales manteniendo la calidad externa e interna del entorno en que se realiza la construcción. Por ello, México no debe ser excepción, y deben buscarse métodos para incluir medidas sustentables en remodelaciones y edificaciones nuevas.

El futuro del edificio sustentable

Por Ángel Adrián Jiménez

Reducir el consumo de energía, minimizar los efectos sobre el medio ambiente, hacer más eficiente el uso del agua son cuestiones que, en el mundo desarrollado, ya nadie deja de tener en cuenta a la hora de diseñar y construir. Los edificios representan la tercera parte de las emisiones que dañan el planeta, por ello es primordial el analizar cómo se mejoran los existentes y cómo se construyen las nuevas edificaciones para cuidar el medio ambiente.

Los edificios representan en todo el mundo 33 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) (gas responsable del efecto invernadero), una proporción mayor que la de la industria y el transporte. Además, utilizan 17 por ciento de las “aguas frescas” del planeta, 40 por ciento de la energía y materiales y 25 por ciento de las maderas. En contraposición, un edificio construido con criterios de sustentabilidad reduce entre 8 y 9 por ciento sus costos operativos, aumenta 7.5 por ciento el valor de la propiedad, incrementa 3.5 por ciento la ocupación y eleva 3 por ciento la renta por alquiler.

Una de las medidas más económicas y representativas para reducir el gasto en energía es el uso de las ventanas de PVC-U, son fáciles de instalar y cuentan con excelentes propiedades de aislamiento para el calor y el sonido, además de que requieren de muy poco mantenimiento. Comparadas con las ventanas de aluminio o de madera, tienen mayor duración, son estables y fáciles de limpiar; son resistentes a los cambios de clima y a los químicos, además hay una gran variedad de colores y diseños.

Este tipo de ventanas son las más utilizadas en los principales países de Europa; a lo largo de la historia su mercado y su utilización han protagonizado un crecimiento constante en detrimento de otros materiales. Se utiliza, con excelentes resultados, desde hace más de 50 años, y su calidad está avalada por la satisfacción de millones de usuarios.

Debido al alto coeficiente de aislamiento térmico, su costo se amortiza rápidamente por el ahorro de energía que proporciona al usuario. Además, dado su excelente comportamiento térmico, y al ofrecer el mayor coeficiente de aislamiento acústico, también reduce ampliamente los efectos de la contaminación acústica.

El ahorro en calefacción y aire acondicionado derivado de este tipo de ventanas puede llegar hasta 58 por ciento respecto a otros sistemas estándar. Con ello no sólo se ahorra dinero, sino que contribuye al sostenimiento del medio ambiente haciendo un uso eficiente y responsable de la energía.

Los elementos claves y comunes a los diferentes países en el planteamiento de la construcción sostenible son reducir el uso energético y de reservas minerales naturales, conservar la biodiversidad y las áreas naturales manteniendo la calidad externa e interna del entorno en que se realiza la construcción. Por ello, México no debe ser excepción, y deben buscarse métodos para incluir medidas sustentables en remodelaciones y edificaciones nuevas.

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