Colaboraciones

Contaminación por residuos electrónicos

Por Carlos Álvarez Flores

Las nuevas tecnologías han cambiado radicalmente nuestra forma de vivir. Ahora somos presos de los equipos y aparatos de comunicación, algo que jamás hubiéramos soñado. Ni Leonardo da Vinci, un hombre extraordinariamente adelantado a sus tiempos, hubiera aceptado que existiría un aparato como el teléfono Iphone 4, que no sólo sirve para comunicarnos, sino que además permite vernos mientras hablamos, aunque estemos a miles de kilómetros; acceder a la red para recibir y enviar correos electrónicos; es cámara de video y cámara fotográfica; es GPS (geoposicionador) y nos ayuda para llegar a un domicilio, consultar el clima, la Bolsa de Valores, y podemos almacenar y escuchar música; es grabadora y podemos enviar por la red las grabaciones; tiene programas de ajedrez, de billar, de futbol, beisbol, golf y carreras de automóviles. Este maravilloso invento era impensable hace unos cuantos años.

Recuerdo las películas de James Bond de los años setenta, que a través del reloj de pulso se podía comunicar como si fuese un radio. Ahora tenemos aparatos en donde todos podemos hablar por radiofrecuencia desde Canadá hasta Argentina. Ya podemos enviar fotografías y videos por el teléfono celular. En casa tenemos computadoras de escritorio, televisores en donde podemos ver videos y fotografías en una pantalla de plasma, LCD y películas 3D y Blue Ray, con tecnología LED, con mejor luminosidad y ahorro de energía, pero con mercurio. Vivimos un mundo muy diferente al que vivieron nuestros abuelos. Ahora bien, tenemos que ser conscientes de que todos estos avances tecnológicos no son gratuitos. Debemos saber que la generación de residuos electrónicos a escala global ha generado niveles de contaminación imposibles de cuantificar.

Los chips para las computadoras y otros enseres, incorporan sustancias como disolventes volátiles, metil-cloroformo, retardantes de flama y metales tóxicos como arsénico, berilio, cadmio, plomo y mercurio. Ya estamos usando la nanotecnología para producir nuevos materiales con mejores propiedades fisicoquímicas. Sin embargo estos equipos “prodigios de la tecnología” son de obsolescencia programada. No como los autos Mercedes Benz, que eran para toda la vida. No, casi todos los aparatos y equipos portátiles electrónicos tienen una vida útil muy corta.

Por ejemplo, los teléfonos celulares, a los 18 meses ya no sirven. Te obligan a cambiarlo por el modelo nuevo y mejor que sale al mercado. Y entonces es allí donde viene el problema ambiental. ¿Qué debemos hacer con ellos? En realidad todavía no estamos educados para saber que todos estos aparatos y equipos portátiles electrónicos, que contienen materiales y sustancias tóxicas, no debemos tirarlos en cualquier predio o en algún cuerpo de agua.

Tampoco deben ir a los tiraderos a cielo abierto ni a los rellenos sanitarios, sino que deben ser recolectados de diferente forma: en campañas permanentes en las escuelas, en los centros comerciales o en centros de acopio instalados con las autorizaciones ambientales correspondientes, para que sean reciclados por empresas especializadas. En nuestro país estamos en el inicio de la industria del reciclado. Todavía falta mucho para que podamos recuperar todos los recursos naturales que usamos en estos aparatos y equipos portátiles electrónicos. Se estima que en México podemos estar generando más de 250 mil toneladas anuales de estos residuos electrónicos.

Una de las pocas empresas que en sus campañas de recolección en los diferentes ciudades del interior de la República Mexicana recibe todo tipo de equipos y aparatos, no sólo los que “tienen algún valor”, y que realmente está cumpliendo con el reciclamiento total de los materiales valorizables y la debida disposición final del resto de los materiales que contienen sustancias tóxicas en confinamientos autorizados de residuos peligrosos y que cuenta con todos los registros y autorizaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), es la empresa Pro Reciclaje Ambiental JRAP, SA de CV (Proambi). Las próximas campañas de recolección de esta empresa serán: 27 y 28 de octubre en Celaya, Guanajuato, en Av. de las Torres y Av. Tecnológico Fraccionamiento del Parque; el 17 y 18 de noviembre en Guadalajara, Jalisco, en Av. López Mateos Sur 6061, colonia Las Fuentes, y el 1 y 2 de noviembre en Querétaro, Querétaro, en calzada Zaragoza 150 Poniente, colonia Centro.

* Presidente de México, Comunicación y Ambiente, AC; es ingeniero químico industrial y asesor ambiental; recibe comentarios y críticas al correo: caralvez16@hotmail.com

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