Ciencia y tecnología

Validan científicamente propiedades de productos apícolas

Por Daniel Valles Peticholi

En México la situación es distinta, ocupa el quinto lugar de producción de miel pero no se tiene un mercado de propóleo de peso

validan-apicolasMéxico, DF.— Un grupo de investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se dio a la tarea de demostrar la capacidad y la forma de acción ante diferentes problemas médicos de diversos productos apícolas. De esta forma, realizan una investigación aplicada a una de las actividades biológicas más importantes, la parte antimicrobiana.

El proyecto ya lleva 14 años de haber iniciado con productos naturales, en específico plantas de origen mexicano con propiedad microbacteriana. Durante el transcurso de la investigación se percataron que, en el caso del propóleo, era un producto potencialmente influyente para la actividad antimicrobiana.

Éste fue el primer paso para poder cimentar la validez de la hipótesis y refutar la idea de que los productos naturales, en especial los de carácter apícola, sólo son usados en remedios caseros sin ninguna validación científica. Desmentir el mito no será fácil, los retos son abrasivos pero el hambre de difundir sus conocimientos y cambiar lo establecido los motiva a seguir adelante.

El grupo está integrado por el doctor Tonatiuh Cruz Sánchez, profesor titular de inmunología y líder del grupo de investigación apícola; el doctor Guillermo Penieres, responsable del laboratorio de química; el doctor Liborio Carrillo, responsable del apiario y el taller de miel; la maestra Betsabé Rodríguez, becaria por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), encargada de la caracterización química del propóleo y de otros productos; y la maestra Elisa Gutiérrez, ex becaria Conacyt durante su maestría, responsable del módulo de cunicultura donde se llevan a cabo prácticas de los productos de la colmena en conejos con problemas respiratorios.

Aclarando dudas

Uno de los obstáculos que tienen que enfrentar con más frecuencia es el hecho de seguir buscando validez en la opinión pública. La difusión es vital para animar a nuevas mentes a desarrollar estos temas y convencer a la gente de que hay una opción con validez científica, además de tener un costo económico.

“Mucha gente comulga en el sentido de que la medicina alternativa se percibe como algo de segunda, como algo que viene a tapar lo que por otro lado no se pudo hacer y yo creo que es algo que no es correcto”, comentó el doctor Penieres, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Se busca quitar el estigma de una medicina “poco válida”, aclarando que no se quiere dejar de lado la medicina alopática, concebir que no es el único camino y darle una oportunidad de voltear a lo natural, no sólo a los productos de consumo o de tipo ornamental, sino enfocarse en los compuestos químicos que son importantes para prevenir, o bien para remediar alguna enfermedad.

“Nuestra labor no debe ser vista como algo alternativo sino que es algo natural que existe y que siempre ha existido, que no lo hemos aprovechado en toda su magnitud sino tan sólo en una pequeña parte, eso ya depende de cada quien”, concluyó el investigador.

“Propolizar” México

“Queremos ‘propolizar’ a México y con base en esto podemos convertirlo en un país exportador, nosotros nada más producimos siete toneladas de propóleo”, explicó el doctor Tonatiuh Cruz.

El propóleo es una mezcolanza de sustancias resinosas, gomosas y balsámicas localizadas en diversas plantas que son recolectadas por las abejas, su color varía del pardo-rojizo al amarillo-verdoso.

Los países que destacan en la producción mundial de propóleo son China, Argentina, Brasil, Cuba, Chile, Uruguay y Canadá. En México la situación es distinta, ocupa el quinto lugar de producción de miel pero no se tiene un mercado de propóleo de peso. En el año 2014 se produjeron más de 60 mil toneladas de miel con una ganancia mayor a dos mil millones de pesos, de acuerdo con el resumen del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

“Hay que tomar el ejemplo de Brasil donde la producción es cerca de 100 toneladas y 95 por ciento de su producción es comprada por Japón, y si vemos que el precio internacional del propóleo es de 100 dólares por kilo, es un llamado a nuestros apicultores”, agregó Liborio Carrillo.

Es importante aludir que la producción de propóleo no está peleada con la miel, sino que es posible producir ambos productos y así tener una fuente alterna de ganancias, y lo mismo es con todos los productos de la colmena, incluyendo la jalea real y el polen.

Esto, dice el investigador, no sólo es cuestión de los apicultores mexicanos, si bien es cierto que muchos carecen del conocimiento para la extracción y procesamiento del propóleo y la mayoría ignora el valor de la resina, también influye la falta de demanda por parte de las empresas; todo esto contribuye al lento desarrollo de su producción y uso.

Hacia la estandarización

Según coinciden los especialistas, existe una gran contrariedad al querer demostrar que los productos de la apicultura son eficientes, el problema es que si el producto no viene estandarizado ni con las concentraciones como lo marca, en este caso, la farmacopea, el producto no va a funcionar.

“Con la ayuda del ingeniero Penieres y la doctora Canales, de la FES Iztacala, se ha demostrado qué productos químicos tiene el propóleo pero también han demostrado que no son los mismos en todos los propóleos. Entonces ya se ha encontrado dónde actúa, cómo actúa, qué genes afecta, cuáles son en este caso los hongos, las bacterias o los virus en los que se puede actuar, pero ya hay un fundamento científico sobre todo”, puntualizó Liborio Carrillo.

Ya se empezaron a hacer los trámites con la ayuda de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Comisión Nacional de Apicultura para poder llevar a cabo la normalización de las pruebas químicas mínimas necesarias establecidas en el trabajo de tesis de la maestra Betsabé Rodríguez.

“Sabemos que el propóleo al ser una resina que recolectan las abejas a partir de la vegetación, que es lo que le da las propiedades medicinales, contiene compuestos químicos denominados fenoles y flavonoides; entonces se notó que si no presenta estos compuestos no hay una actividad antimicrobiana principalmente, o antioxidante, que es lo que más se utiliza”, comentó la investigadora Betsabé Rodríguez.

Esta ardua labor que emprende todo el equipo es precisamente para que se pueda establecer una medida y con ello saber qué es lo que nos están vendiendo y si tiene una propiedad medicinal o no.

Medicina veterinaria

Sin lugar a dudas es en esta área donde el trabajo del propóleo como un ente antimicrobiano ha hecho los avances más significativos. Con las prácticas desarrolladas in vitro se ha demostrado que tiene un efecto que beneficia la acción antimicrobiana. Ya se sabe dónde actúa, cómo inhibe y qué es lo que inhibe, con un fundamento que se ha podido demostrar, dijeron los especialistas.

“En mi trabajo con el módulo de conejos, donde me especializo específicamente en conejos con problemas respiratorios, lo que estoy tratando es prevenir y tratar los problemas respiratorios en éstos, y tenemos bastantes y buenos resultados”, afirmó la maestra Elisa Gutiérrez.

Se hicieron las pruebas in vitro y al observar que el propóleo inhibe la bacteria que provoca estos problemas respiratorios se pudo dar el siguiente paso y tener pruebas de campo.

“Las pruebas con animales han demostrado que los ayuda a sanar”, comenta la investigadora. Los resultados han sido tan efectivos, que Elisa Gutiérrez viajará al próximo Congreso BioMicroWorld 2015, en Barcelona, España, para presentar su trabajo.

Cuidemos las abejas

“Todos somos consumidores de la abeja. Debemos cuidar las abejas y no sólo lo decimos nosotros que trabajamos con ellas, lo decimos porque son parte fundamental del ecosistema, son el motor que poliniza más de 70 por ciento de las plantas del ecosistema”, comentó Liborio Carrillo.

Hay una crisis latente, en México se comenzaron a preocupar por la pérdida de las abejas desde 2006 cuando la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) fueron alertados por el gobierno de Estados Unidos.

Se reportó que en California se llegó a perder cerca de 53 por ciento de las colonias de abejas.

La agricultura industrial es uno de los principales factores en la disminución de población de abejas, las prácticas intensivas destruyen su hábitat natural y los métodos insecticidas enferman las colmenas.

“La clave es sencilla, debemos mostrar la importancia que tienen las abejas, debemos darle difusión a su labor para que se haga conciencia y entre todos las cuidemos”, concluyó Liborio Carrillo.

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