Los niveles más altos de estrógeno están asociados con respuestas inmunes fuertes, por ello, las mujeres son más resistentes al ataque de este tipo de gérmenes
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 20 de enero de 2020.— Kyle Sue, profesor de asistencia clínica en el Memorial University of Newfoundland en Canadá, estudió si realmente existe una mayor susceptibilidad del género masculino a los síntomas de una enfermedad, en este caso la gripe.
La conclusión fue que no es cierto que los hombres seamos “más chillones” que las mujeres ante una situación de malestar físico, sino que en realidad existe una base evolutiva que permite a las mujeres una mayor resistencia inmunológica y en la tolerancia al dolor físico.
La investigación fue publicada en la edición de Navidad del British Medical Journal y contiene argumentos que explican por qué los hombres tienen un sistema inmune más débil que las mujeres, lo que resulta en un mayor efecto de los síntomas (intensidad y duración) cuando se enfrentan con el resfriado común o la gripe.
La explicación del investigador fue que los niveles más altos de estrógeno están asociados con respuestas inmunes fuertes, niveles virales bajos y más marcadores inmunes en la sangre, mientras que los altos niveles de testosterona inhiben estas reacciones de defensa, por lo que los hombres efectivamente son más susceptibles al efecto negativo de una gripe.
Sin embargo, el sistema inmune más fuerte no siempre es bueno para las mujeres, pues cuando se trata de enfermedades autoinmunes, donde el propio sistema ataca las células del cuerpo como el lupus o la esclerosis, las mujeres son más vulnerables.
Es el caso de las infecciones pandémicas, como la influenza AH1N1, el sistema inmune de la mujer reacciona de forma exagerada, creando una llamada tormenta de citoquinas, “es decir, hay una cantidad excesiva de anticuerpos que empeoran el malestar en el organismo y terminan provocando la muerte”.
Estas diferencias, sin embargo, se deben a la evolución de la especie, pues mientras el hombre era el responsable de la cacería y necesitaba mayores cantidades de testosterona para tener niveles más altos de agresividad y fuerza física, la mujer necesitaba anticuerpos para compartirlos con sus hijos al nacer y amamantar, así como un mayor umbral de dolor para soportar el nacimiento de un hijo.
“Es por ello que cuando un hombre se enfrenta con una infección común están completamente debilitados, mas no en peligro inminente por completo”, explicó el investigador.
El estudio no ha podido ser considerado como concluyente sobre el tema, pues requiere examinar otras diferencias entre hombres y mujeres, como fumar y beber, o la voluntad de ver a un médico de manera oportuna y guardar el debido reposo.
