El científico japonés Hiroshi Ishiguro visitó México y reveló su visión sobre el futuro de los humanoides
Teorema Ambiental/Redacción
Para el director del Laboratorio de Inteligencia Robótica de la Universidad de Osaka, Hiroshi Ishiguro, la respuesta es sí, por lo menos así lo estableció en su visita al Instituto Politécnico Nacional (IPN) junto a Geminoid HI, una copia fiel de él mismo, creada en 2006, para demostrar que los humanoides, en un futuro cercano, se convertirán en nuestros compañeros, amigos, maestros, así como para cuidar personas mayores; asistentes en estaciones del metro, tren o en aeropuertos; es decir, para transformarse en un pilar y soporte para la sociedad.
Durante la conferencia “Estudios en robots interactivos”, que se llevó a cabo en el Centro Cultural “Jaime Torres Bodet”, en Zacatenco, Ishiguro afirmó que actualmente se trabaja en el desarrollo de más androides o robots para diferentes áreas y dijo estar convencido de que podrán servir a los humanos como socios para los negocios en el futuro.
Sus investigaciones con los robots se encuentran actualmente en un nuevo campo de estudio que él ideó, la denominada interacción. “Una vez que implementamos las intenciones, comportamientos y los deseos al humanoide, este se volverá más humano y la interacción crecerá”, explicó.
“Trabajamos para usar robots en situaciones cotidianas para interactuar con la sociedad humana. Este estudio de interactividad se conoce como robótica cognitiva, que es la parte científica de las neurociencias”, expresó el experto japonés.
El científico comentó que el gobierno japonés tiene la expectativa que el mercado de la interacción de los robots con los humanos sea más grande cada día y alcance ganancias de alrededor de 50 millones de dólares para el año 2035.
Geminoid HI tiene la idéntica apariencia de Ishiguro, fue hecho con un esqueleto de metal, un cráneo de plástico, piel de silicona, pelo real y espuma de uretano. Funciona con señales que recibe por medio de unos auriculares con sensores, por estas acciones el clon logra sincronizar sus movimientos faciales con las palabras que emite.
