Los cigarros electrónicos emiten vapor con saborizantes, propilenglicol, glicerina y hasta nicotina
Teorema Ambiental/Redacción
Como una alternativa para dejar de fumar, los cigarros electrónicos cobraron gran fama para que los fumadores activos dejaran a un lado su adicción, aunque son más dañinos de lo que se puede pensar.
Un estudio realizado por investigadores del Departamento de Medicina Genética de la Universidad Médica de Weill Cornell reveló que estos dispositivos también dañan los pulmones de quienes los consumen, aunque nunca antes hayan fumado.
Los cigarros electrónicos emiten vapor con saborizantes, propilenglicol, glicerina y hasta nicotina. El humo de estos dispositivos se inhala como los cigarros convencionales para dejar la misma sensación en los consumidores de tabaco, aunque hay algunas personas sin antecedentes de tabaquismo que están incrementando su uso.
Los científicos aclararon que el daño que ocasionan los cigarros electrónicos es menor al que provocan los normales.
Por qué dejar de fumar
De acuerdo con el Centro para el Control de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) más de 480 mil personas mueren al año en este país por condiciones relacionadas con el tabaquismo. Fumar provoca el 90 por ciento de todos los casos de cáncer en EEUU, así como el 80 por ciento de los fallecimientos relacionados con las enfermedades respiratorias.
El riesgo de morir a consecuencia del cigarro ha aumentado en la Unión Americana en los últimos 50 años. Lo más preocupante es que las personas que fuman moderadamente tienen más riesgo de desarrollar enfermedades coronarias.
Apenas un año después de dejar de fumar el riesgo de morir por ataque al corazón se reduce dramáticamente. Entre dos y cinco años después de dejar el cigarro el riesgo de derrame cerebral baja y es comparable al de un no fumador.
