Ciencia y tecnología

La NASA lanzará satélite para medir ciclos de CO2 y cambio climático

La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos, lanzará su primera nave espacial dedicada a medir los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera de la Tierra, el próximo 1 de julio a las 2:56 de la madrugada desde la Base Aérea Vandenberg en California.

El satélite llamado l Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) tiene por objetivo proporcionar una imagen global de las fuentes de dióxido de carbono naturales y humanas, así como sus “sumideros”, los procesos naturales del océano y de la tierra por los que este gas sale fuera de la atmósfera y queda almacenado.

“El dióxido de carbono juega en la atmósfera un papel fundamental en el equilibrio energético de nuestro planeta y es un factor clave en la comprensión de cómo está cambiando nuestro clima”, dijo Michael Freilich, director de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA en Washington.

OCO-2 se lanzará en un cohete United Launch Alliance Delta II y operará a 705 kilómetros de altitud en una órbita casi polar. Se convertirá en el satélite principal de una constelación de otros cinco satélites internacionales de vigilancia de la Tierra que orbitarán cada 99 minutos, cruzando el ecuador cada día y permitiendo así una amplia gama de observaciones casi simultáneas de la Tierra. OCO-2 está diseñado para funcionar durante al menos dos años.

El satélite permitirá a los científicos estudiar los cambios en el tiempo de manera más completa qué se puede hacer con los datos existentes. Desde 2009, los científicos han estado preparando el terreno para OCO-2 mediante el aprovechamiento de las observaciones del satélite GOSAT japonés.

Con aproximadamente 400 partes por millón, el dióxido de carbono en la atmósfera se encuentra ahora en su nivel más alto en al menos los últimos 800 mil años. La quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas están actualmente añadiendo cerca de 40 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año, produciendo una acumulación sin precedentes en este gas de efecto invernadero.

Los científicos han concluido que el aumento de dióxido de carbono de las actividades humanas, por la quema de combustibles fósiles y la deforestación en particular, ha desvirtuado el ciclo natural del carbono de la Tierra, provocando un aumento de las temperaturas superficiales globales y el cambio climático de nuestro planeta.

¿Cómo funcionan los sumideros?

Actualmente, menos de la mitad del dióxido de carbono emitido a la atmósfera terrestre por las actividades humanas se queda ahí. Parte del resto es absorbido por los océanos de la Tierra, pero la ubicación y la identidad de los sumideros naturales que están absorbiendo el resto no se entiende bien. Los científicos esperan poder sacar estos sumideros de su escondite con el nuevo satélite y resolver un viejo rompecabezas científico.

Entre los instrumentos científicos del observatorio figuran tres espectrómetros de alta resolución que extienden la luz solar reflejada en sus colores, y luego miden con precisión la intensidad de cada color. Cada espectrómetro está optimizado para grabar un color específico diferente y cómo resulta absorbido por el dióxido de carbono y moléculas de oxígeno en la atmósfera de la Tierra. Cuanto menos dióxido de carbono en la atmósfera, más luz detectan los espectrómetros. Mediante el análisis de la cantidad de luz, los científicos pueden estimar las concentraciones relativas de estos productos químicos.

Fuente: Ecoticias-NASA

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