Ciencia y tecnología

Identidades indígenas fragmentadas por línea fronteriza

En los años treinta se dieron estrategias brutales de asimilación, de “mexicanización”

identi-indigeChiapas.— Luego de un prolongado conflicto por definir las fronteras entre México y Guatemala, el 27 de septiembre de 1882, fue firmado el Tratado de Límites. Pero la línea divisoria no sólo ha separado dos naciones que históricamente han mantenido lazos estrechos, también dividió culturas e identidades, señaló Rosalva Aída Hernández Castillo, profesora investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).

El trazo de la línea fronteriza fragmentó desde finales del siglo XIX los territorios de numerosos pueblos, como el jakalteko, el kaqchikel, el mam, el mochó, el q’anjob’al, el chuj y el quiché, los cuales vieron sus tierras ancestrales cortadas por una frontera, la mayoría de las veces, imaginaria e invisible.

Dichos pueblos tienen el mayor número de representantes y de territorios sagrados del lado guatemalteco, pero los movimientos migratorios estacionales y el trabajo temporal en las fincas cafetaleras del lado mexicano generaron una dinámica migratoria muy agitada, agregó la investigadora.

En el pasado se dieron estrategias brutales de asimilación, de “mexicanización”: “En los años treinta, en La Trinitaria se quemaban en la plaza pública los trajes tradicionales, se prohibía el uso de las lenguas, se declararon extintas muchas de ellas, a favor de integrarse a la llamada cultura nacional que trataban de imponer los gobiernos posrevolucionarios”, comenta Hernández Castillo.

La investigadora ve las identidades como constructores colectivos que sirven mucho para ver cuál es el armazón mediante el cual las personas se relacionan, y contra lo que suele pensarse, no es algo inamovible.

Algunos de estos grupos, que ya no se adscribían como indígenas, ahora se empiezan a autodefinir nuevamente, algunos de ellos comparten raíces culturales, una lengua, tradiciones comunes a ambos lados de la frontera, pero el tema de las identidades es más flexible; hoy construye, mañana destruye, se dobla, regresa a su sitio.

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