Ciencia y tecnología

El avión solar se toma un descanso

Se encuentra resolviendo problemas técnicos relacionados con el almacenamiento de la energía solar

avion-descansoMéxico, D.F.— “El sobrecalentamiento en las baterías ha provocado un daño irreversible que motivará un pequeño retraso en la segunda parte del proyecto Solar Impulse”, declararon Bertrand Piccard y André Borschberg, fundadores del avión solar.

Bertrand Piccard es psiquiatra, psicoterapeuta y apasionado de la aviación, en 1999, fue uno los primeros en completar la vuelta al mundo sin escala en un globo aerostático en poco más de 19 días. André Borschberg, es ingeniero en mecánica y termodinámica y piloto apasionado. Fue piloto de reserva de la Fuerza Aérea Suiza y el 7 de julio de 2010 logró completar el primer vuelo impulsado por energía solar, mayor de 24 horas.

Después de 12 años de estudios, desarrollos y pruebas, ambos comenzaron a ejecutar su sueño más preciado: un avión tripulado que, sin combustible fósil alguno, lograra dar la vuelta al mundo impulsado únicamente por energía captada por más de 17 mil células solares y soportado por tecnología de punta.

A principios de marzo de este año el proyecto ya había recorrido cerca de la mitad de su trayecto. Tras partir de la ciudad de Abu Dhabi en Emiratos Árabes Unidos y surcar los cielos de la India, Birmania, China y Japón, aterrizó el pasado 3 de julio en la isla de Hawái.

Actualmente el Solar Impulse toma un pequeño receso para resolver los problemas técnicos relacionados con el almacenamiento de la energía solar y los procesos de refrigeración y calentamiento de las células solares en largos desplazamientos.

Por ahora, el “ave solar”, descansa en los hangares del aeropuerto de Kalaeloa. En abril de 2016, el proyecto regresará a las alturas. Llegará a la ciudad de Phoenix en Estados Unidos y después de una escala en Nueva York, arribará a una ciudad aún no determinada en Europa o en el norte de África.

El destino final será Abu Dhabi, la misma ciudad que le vio levantar vuelo por primera vez para emprender una travesía que, a los ojos de muchas personas, parecía imposible de lograr.

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