Ciencia y tecnología

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de fatiga crónica?

Sus síntomas pueden confundirse con depresión, artritis reumatoide y cáncer, ocurre principalmente en mujeres

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 4 de febrero de 2020.— Algunos expertos sugieren que el síndrome de fatiga crónica (SFC) o encefalomielitis miálgica, un padecimiento considerado recurrente entre la población mundial, puede ser causado por un virus en el cerebro.

“La hipótesis resulta difícil de demostrar. Es probable que un componente genético esté involucrado en la etiología de este padecimiento que a finales del siglo XIX recibió el nombre de astenia. No se ha hecho más investigación sobre él porque es prácticamente imposible crear modelos animales para estudiarlo”, explica Óscar Próspero García, investigador del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Lo que sí confirma es que si se hace un diagnóstico incompleto o erróneo, es decir, si se confunde con otro mal, los médicos no pueden tratarlo y sus efectos se prolongan indefinidamente.

“Puede parecer depresión, ansiedad y angustia. En muchos pacientes aparece como una comorbilidad, es decir, acompañado por una o más enfermedades”, también tiene síntomas de un mal cardiaco, como dolor en el pecho.

También puede confundirse con artritis reumatoide, ya que los pacientes se quejan de dolor articular; alguna infección que ocasione dolor en los músculos; y cáncer, pues uno de sus síntomas es la inflamación de los ganglios linfáticos ubicados en las cervicales, del tórax hacia arriba. A veces, los pacientes presentan dolor de garganta, como si tuvieran una infección.

De la misma manera, hay que descartar un trastorno del sueño, un trastorno neurológico que pudiera causar daño o fatiga y, cuando el paciente tenga dificultades para hablar o moverse, un trastorno motor como el mal de Parkinson.

Con base en análisis estadísticos, dos mujeres por cada hombre padecen el SFC. Hay entre dos y tres millones de personas diagnosticadas en EEUU y en Latinoamérica, afecta a entre 2 y 3 por ciento de la población mayor de 40 años, lo cual representa una cifra enorme.

Este mal es incapacitante pues provoca aislamiento emocional, depresión y el dolor típico de la hipocondriasis, por lo que también tienen que someterse a un tratamiento psiquiátrico.

Otro síntoma es que ataca a personas ansiosas y aprehensivas. Su tratamiento es relativamente sencillo, aunque no 100 por ciento eficaz. Se recomienda la terapia cognitivo-conductual para darse cuenta cómo están viviendo su padecimiento y un poco de ejercicio.

Cuando una persona con el SFC se queda en casa, el padecimiento cobra fuerza; además se disparan los niveles de la hormona cortisol, que se libera como respuesta al estrés.

“Se cree que la condición invalidante de este síndrome y sus consecuencias (por ejemplo, la pérdida del empleo) hacen que los pacientes se estresen y el SFC empeore.

“Es un ciclo que se retroalimenta a sí mismo y es necesario romper. Con la terapia cognitivo-conductual se pueden cambiar los pensamientos de los pacientes. Ansiosos, deprimidos o con otro trastorno psiquiátrico, reaccionan con este tipo de psicoterapia”, añade el investigador.

A pesar de esto, este síndrome no está catalogado como un padecimiento en las leyes laborales, en principio porque la mayoría de los médicos familiares tiene dificultades para diagnosticarlo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud reconoce plenamente este síndrome. Desde 1994, cuando fueron publicados, se usan los Criterios Internacionales de Fukuda para diagnosticarlo.

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