El hidrógeno puede sustituir al petróleo y, a diferencia de éste, no contamina, es abundante y renovable
Con el fin de aprovechar el hidrógeno como una importante fuente de energía y lograr una transición hacia una economía basada en combustibles limpios y renovables, en la UNAM se consituyó recientemente la Red Nacional del Hidrógeno (RNH2) como sociedad civil.
Con el fin de aprovechar el hidrógeno como una importante fuente de energía y lograr una transición hacia una economía basada en combustibles limpios y renovables, en la UNAM se consituyó recientemente la Red Nacional del Hidrógeno (RNH2) como sociedad civil.
Los expertos piensan que en los siguientes años la producción de petróleo en México y el mundo alcanzará su punto máximo, y que después comenzará a disminuir. Por eso es necesario tomar medidas para garantizar el abasto de energía y el desarrollo sustentable.
Desde hace años se realizan en Estados Unidos, Canadá, Japón y Europa varias investigaciones para disminuir su dependencia de los hidrocarburos. Sin embargo, en México no se le ha dado la importancia debida a este tema. Por ello, la UNAM promueve la investigación científica y tecnológica del hidrógeno mediante apoyos financieros a los diversos proyectos que surjan en sus escuelas y facultades.
Las facultades de Ingeniería y Ciencias presentaron un plan que busca aprovechar las aplicaciones de este elemento y sus posibilidades como generador de energía. El hidrogeno puede sustituir al petróleo y sus derivados en diferentes aplicaciones; pero, a diferencia de éste, no contamina, es abundante y renovable.
El hidrógeno no se encuentra libre en la naturaleza; debido a esto, se le considera un energético intermedio, es decir, para su producción son necesarios equipos especiales, material prima y energía. La RNH2 busca impulsar también nuevas concepciones, principios e innovaciones para el empleo industrial del hidrógeno en México, y echar a andar y consolidar proyectos de desarrollo tecnológico con la colaboración de empresarios mexicanos y de la academia.
Fuente: El Universal