Ciencia y tecnología

Cambios genéticos por el ambiente permanecen hasta 14 generaciones

Teorema Ambiental/Redacción

cambios-geneticosLas instrucciones genéticas que determinan nuestras características físicas provienen de nuestro ADN, que es transmitido a través de las generaciones. Sin embargo, el entorno en que vivimos puede hacer cambios genéticos, también.

Un grupo de investigadores descubrió que este tipo de cambios genéticos ambientales se puede transmitir hasta por 14 generaciones en un animal, el mayor lapso jamás observado en una criatura. El hallazgo fue realizado en una dinastía de C. elegans nematodos (gusanos redondos).

Un equipo dirigido por científicos de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) en España realizó ingeniería genética con los gusanos nematodos para implantarles un transgén para generar una proteína fluorescente. Cuando se activa, este gen los hace brillar bajo luz ultravioleta.

Posteriormente los sometieron a cambios de temperatura en sus contenedores. Cuando el equipo mantuvo a los nematodos a 20° Celsius, midieron baja actividad del transgén, lo que significaba que apenas brillaban en absoluto.

Mientras que en un clima más cálido de 25°C, se encendieron como árboles de Navidad, lo que significaba que el gen de fluorescencia se había vuelto mucho más activo. Los gusanos fueron trasladados de nuevo a temperaturas más frías para ver qué pasaría con la actividad del gen de fluorescencia.

Sorprendentemente, continuaron con su brillo intenso, lo que sugiere que se retiene una “memoria ambiental” del clima más cálido y que el transgén era todavía muy activo.

Por otra parte, la memoria genética se propagó durante siete generaciones con vivos colores en crías que no experimentaron las temperaturas cálidas que detonaban su brillo. Los gusanos bebé heredaron esta epigenética a través de los huevos y esperma.

El equipo empujó los resultados aún más, cuando se mantuvieron cinco generaciones de nematodos a 25°C y luego expulsaron a su descendencia a temperaturas más frías, los gusanos continuaron con la actividad intensa del transgén para un sin precedente de 14 generaciones. Esta ha sido la ocasión más larga en la que los científicos han observado el paso hacia abajo de un cambio genético inducido por el medio ambiente.

Por lo general, los cambios ambientales para la expresión genética solo duran unas pocas generaciones. “No sabemos exactamente por qué sucede esto, pero podría ser una forma de visión de la planificación biológica”, dijo Adam Klosin del EMBO y la Universidad Pompeu Fabra, España, y miembro de la investigación.

“Los gusanos son de muy corta vida, por lo que tal vez están transmitiendo los recuerdos de las condiciones del pasado para ayudar a sus descendientes a predecir lo que su entorno podría ser en el futuro”, añadió Tanya Vavouri del Instituto de Investigación de la Leucemia Josep Carreras en España.

Hay una razón por la cual los científicos recurren a C. elegans como organismo modelo, después de todo, esas 14 generaciones solo tomarían unos 50 días en desarrollarse, pero pueden dar pistas importantes sobre el cambio genético de cómo el medio ambiente se transmite en otros animales, incluyendo los seres humanos.

“Hay muchos ejemplos de este fenómeno en los gusanos y ratones, pero el estudio de la herencia epigenética del medio ambiente en los seres humanos es un tema muy debatido, y hay todavía mucho que no sabemos”, afirmó la investigadora.

“Los efectos hereditarios en los seres humanos son difíciles de medir debido a los largos tiempos de generación y dificultad con el mantenimiento de registros exactos”, afirma una reciente revisión de la herencia epigenética.

Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que los acontecimientos en nuestras vidas pueden de hecho afectar el desarrollo de nuestros hijos y nietos —tal vez incluso todo sin cambiar el ADN—. Por ejemplo, los estudios han demostrado que tanto en los hijos y nietos de las mujeres que sobrevivieron a la hambruna holandesa de 1944 a 1945 se observa un aumento de intolerancia a la glucosa en la edad adulta.

Otros investigadores han encontrado que los descendientes de los supervivientes del Holocausto tienen niveles más bajos de la hormona cortisol, que ayuda al cuerpo a reponerse después de un traumatismo.

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