Si la temperatura del ambiente sigue siendo cálida, el calor del cuerpo queda retenido y se tiene la sensación de sofoco
Los efectos del cambio climático van más allá de los desastres naturales en el planeta, se pueden apreciar de forma individual con actividades tan rutinarias como dormir, como lo explica Nick Obradovich, investigador del Centro Belfer de Ciencias y Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard y del MIT, quien desarrolló una teoría de cómo afectan las olas de calor al ser humano.
“Si se duerme mal por una ola de calor, ¿qué efectos tendría el cambio climático?”, cuestionó y según un estudio, publicado en Science Advances, determina que para 2050 se multiplicarán las noches de insomnio por el calor.
De acuerdo con el análisis a partir de las encuestas realizadas a 765 mil norteamericanos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades entre 2002 y 2011, por cada jornada en que la temperatura sube un grado por encima de lo normal, habrá tres noches más en que se dormirá mal.
En combinación, Obradovich explica que para 2050 se calcula que la temperatura global subirá un grado de promedio, por lo tanto, habrá seis noches de insomnio más que en la actualidad. Y para 2099, se sufrirán 14 jornadas en vela al año.
