Cambio climático

Los beneficios de la carbonización del suelo

Si se destinara 20% de la superficie agrícola europea como trampa de carbón, se lograría constituir cerca del 9% del total de las reducciones propuestas por la UE para mitigar el cambio climático

los-beniMéxico, D.F.— Los fertilizantes orgánicos que son usados en la agricultura, como los que se obtienen en la composta, pueden aumentar la cantidad de carbón que se almacena en los suelos agrícolas y contribuir de manera significativa a la reducción de los gases causantes del efecto invernadero (GCEI).

De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático y con la Comisión Europea, la captura de carbón por el suelo, es una de las medidas por medio de las cuales se puede mitigar la emisión de GCEI.

Una estimación del valor de este método indica que si 20 por ciento de la superficie agrícola en Europa se utilizara como trampa de carbón, el resultado podría llegar a constituir cerca del 9 por ciento del total de las reducciones que la Unión Europea (UE) tiene como objetivo para mitigar el calentamiento global.

De aumentarse las extensiones de carbón orgánico distribuidas en un terreno de tan sólo el 0.15 por ciento en un país como Italia, se lograría capturar carbón en una cantidad igual a la que se emite a la atmósfera por el uso de combustibles fósiles en un año.

De poder concretarse el aumento de la materia orgánica en los suelos, se obtendrían distintos beneficios como una mejor disposición del terreno, mayor retención de agua, menor producción y uso de fertilizantes minerales y pesticidas.

¿Cómo cuantificar los beneficios?

El principal obstáculo para el aprovechamiento de este recurso consiste en que las técnicas de la agricultura industrial están acabando con el carbón en los suelos y con ello, reduciendo su capacidad para capturar más carbón, sin embargo, el uso de la composta puede contribuir a los dos objetivos primordiales: restaurar la calidad de los suelos y capturar carbón en los mismos.

El uso de material orgánico en fertilizantes colabora a la reducción de la tasa con que se extrae materia orgánica y conduce a la formación de carbón orgánico en el terreno mediante un proceso donde se revierte la pérdida de material orgánico que ha ocurrido en las décadas relativamente recientes.

Los cálculos de los beneficios de su uso no son sencillos, el modelo más reciente publicado en Waste Management and Research, predice que los suelos que han sido fertilizados con excremento animal, durante un lapso de 50 años, muestran un contenido de carbón orgánico mayor en un 1.34 por ciento que los suelos no fertilizados, y mayor en un 1.13 por ciento que los suelos fertilizados químicamente.

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