Cambio climático

Cambio climático compromete el presente y futuro de comunidades de Alaska

El aumento de las temperaturas en el país duplica en velocidad la media global, con un incremento de 3.5 grados centígrados en los valores invernales desde los años cincuenta

cambio-alaskaKivalina, Alaska.— La isla de Kivalina, ubicada a cuatro metros sobre el mar de Chukotka, presenta condiciones de riesgo cuando las fuertes tormentas otoñales y los vientos intensos azotan los muros de agua helada de su frágil orilla, debido a que se inunda con facilidad y las comunicaciones se ven interrumpidas; por ello, sus habitantes quedan completamente aislados.

Hace tiempo, cuando llegaban las tormentas, el mar estaba congelado y el hielo amortiguaba el embate de las olas, pero con el calentamiento global, el hielo se forma hasta el invierno y resulta demasiado tarde para proteger Kivalina. Ante este fenómeno los 400 pobladores de sus alrededores, principalmente esquimales inupiaq, están empezando a emigrar de la región.

Según el testimonio de Colleen Swan, mujer que lidera los esfuerzos de reubicación como parte de los esfuerzos del gobierno de la localidad, el cambio climático ha hecho de Kivalina un lugar demasiado peligroso para quedarse. “No hay más opciones. Tenemos que marcharnos de la isla. Permanecer ya no es una opción.”

En los últimos años Kivalina se ha convertido en un símbolo sobre los estragos del cambio climático en Alaska con el distintivo de presentar una población nativa que lleva siglos viviendo cerca de allí. Sin embargo hasta hace apenas unos 100 años, la Oficina estadunidense de Asuntos Indígenas construyó un colegio en la isla gracias a su fácil acceso por mar, e instó a las familias a instalarse allí.

Mientras los niveles del mar se incrementan por el deshielo, esta y otras comunidades de Alaska se presentan vulnerables al quedar en terrenos demasiado inestables. De acuerdo con informes del gobierno estadounidense, existen 184 comunidades amenazadas por el cambio climático. Doce de ellas, incluida Kivalina, necesitan una reubicación urgente.

La solución de la reubicación es una idea que para llevarse a cabo necesita de una inversión de 100 millones de dólares para construir una nueva y segura Kivalina. Sobre este tema, las autoridades locales, federales y tribales no se ponen de acuerdo para delegar la mejor manera de hacerlo y quién debería pagar la factura. “Ellos nos pusieron aquí, así que ellos deberían trasladarnos”, afirma Swan.

Aunque se han llevado a cabo esfuerzos para asegurar la isla, éstos han sido en vano. Los muros de contención construidos en la costa sólo tienen una duración estimada de entre diez y 15 años. Estos diques multimillonarios, de acuerdo con el informe de Brookings, fueron dañados por una tormenta en 2006 antes de que la localidad tuviera ni siquiera tiempo para inaugurarlos.

Así es como los múltiples problemas de Alaska que abarcan la disminución de masa de los glaciares, el derretimiento de la superficie helada del mar y la desaparición de la fauna, se supone una realidad llena de transformaciones que afectan a los hogares y modos de vida de quienes tienen que cazar y pescar para sobrevivir en estos gélidos parajes.

Cabe hacer mención que el aumento de las temperaturas en el país duplica en velocidad la media global, con un incremento de 3.5 grados centígrados en los valores invernales desde la década de 1950.

Esta situación “no es más que una previa de lo que nos ocurrirá al resto si no actuamos”, reconoce el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su visita al país.

Aunque Colleen Swan aprecia los esfuerzos de Obama para contener el cambio climático al referir que “es bueno que estén hablando de soluciones a largo plazo”, la dinámica en Kivalina y otras comunidades similares es mucho más urgente. “Hemos llegado tan lejos que la situación empeorará antes de que pueda mejorar”, explica. “Si no lo solucionamos ahora, dejaremos el problema a nuestros hijos”.

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