Según analistas, las autoridades desdeñaron el problema que generan los huracanes y evitaron gastos para contar con una infraestructura resistente a ellos
Pese a que el huracán Irma se degradó este lunes a categoría 1 al norte de Tampa, mientras seguía azotando la costa oeste de Florida dejando calles inundadas, analistas señalan a las autoridades del estado estadounidense de Florida como responsables de los estragos que ha dejado el fenómeno.
Según información difundida por el periódico The Independent, la actitud del gobernador Rick Scott ante el fenómeno del cambio climático propicia la creciente amenaza de las formaciones tropicales para las costas sur de Estados Unidos.
De acuerdo con el periodista Mythili Sampathkumar, la decisión del político, de no invertir en infraestructura adecuada para enfrentar fenómenos de este tipo, es una actitud negligente que podría resultar en daños prevenibles en las costas de Florida y particularmente para las comunidades más pobres del estado.
The Independent indicó que de acuerdo con analistas consultados, el problema va más allá de las viviendas, se encuentran específicamente vulnerables ante las inundaciones los transformadores eléctricos en el condado de Miami-Dade. Se construían a sabiendas de que la potencia de las tormentas iba a crecer, pero sin tenerlo en cuenta.
Si bien Florida proporcionó fondos para salvar a los Everglades, los humedales tropicales en el sur de la península, destacó el ingeniero de la ciudad de Miami, Bruce Mowry, no financió el programa de prevención de inundaciones evaluado en 500 millones de dólares.
Además, ante la política como la del presidente Donald Trump, la colaboradora de Unión de Científicos Preocupados, Nicole Hernández Hammer, relató que las investigaciones sobre el cambio climático han vivido censura.
Cuando trabajaba como directora adjunta de investigación sobre un informe del cambio climático que elaboró la Universidad Atlántica de Florida, la mujer se ocupaba del tema de resistencia de la infraestructura de transporte al aumento del nivel del mar. Su equipo presentó el informe al Departamento de Transporte del estado y desde allí llamaron al equipo pidiendo que borraran casi todas las menciones al cambio climático, incluso en el resumen del informe.
