Cambio climático

Detractor del cambio climático, nuevo director de la NASA

Jim Bridenstine considera que el satélite debería ser utilizado como una base permanente poblada por robots dedicados a explotar sus recursos minerales

Teorema Ambiental/Redacción

nasa-bridenstineUn antiguo piloto de combate que quiere volver a la Luna pero que niega que la actividad humana sea la principal causante del cambio climático. Ese es el perfil del funcionario elegido por el presidente Donald Trump para dirigir la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

Su nombre es Jim Bridenstine, y es representante en el Congreso por Oklahoma. Sin embargo, el nombramiento debe ser ratificado por el Senado, donde dos legisladores de Florida ya declararon públicamente su oposición.

Bridenstine es republicano. Antes de representar en Washington a los vecinos de su distrito, este veterano de la Marina fue director del Tulsa Air & Space Museum & Planetarium. Sirvió en las guerras de Afganistán y de Iraq. Posteriormente inició su carrera en la política al formar parte del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes y es uno de los impulsores del “renacimiento” espacial de EEUU.

El congresista ha declarado públicamente su gran pasión por la Luna y considera, incluso, que el satélite debería ser utilizado como una base permanente poblada por robots dedicados a explotar sus recursos minerales. También ha hablado abiertamente contra la basura espacial, que considera un problema de enorme magnitud que no se debe ignorar.

Bridenstine se graduó por la Universidad de Rice en economía, negocios y psicología. Completó su formación académica con un título de gestión por la Universidad de Cornell. También estuvo relacionado con la Rocket Racing League, una especie de competencia para aviones propulsados con motores a reacción como los que equipan los cohetes.

Su nombramiento, sin embargo, crea alarma entre la comunidad científica, por su pobre formación y porque niega que el hombre sea el responsable del incremento de la temperatura global. “El clima cambia cada día”, dijo alguna vez la Aerospace America, “siempre lo ha hecho. Hubo periodos mucho antes del motor de combustión interna en los que la Tierra estaba mucho más caliente.”

La NASA es una de las agencias que realizan estudios en el ámbito del cambio climático. Bridenstine admite, sin embargo, que es un fenómeno que debe ser analizado. “No hay nada malo en ello”, señaló en la misma entrevista. Pero no es suficiente para calmar los temores. EEUU está en proceso de abandonar el Acuerdo de París tomando como pretexto las negativas de China, Rusia y la India de incorporarse a este esfuerzo por reducir las emisiones contaminantes.

Trump ya indicó en octubre que entre sus prioridades estaría la de recuperar la grandeza de EEUU en el espacio. Su visión pasa por elevar la implicación del sector privado. El borrador de presupuesto que presentó al llegar a la Casa Blanca incluye un ligero recorte del gasto para la NASA. El destalle muestra, sin embargo, ajustes relevantes en misiones y educación

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