Biodiversidad

Protección para la tortuga golfita

La Norma Oficial Mexicana 059/Ecol/2001 clasifica a la tortuga golfina en peligro de extinción, por lo que no puede tener ningún tipo de aprovechamiento si éste no se realiza para fines científicos. Además, el artículo 420 del Código Penal Federal establece sanciones económicas y cárcel de uno a nueve años a quien capture, consuma, comercie o trafique con las tortugas. Sin embargo, la captura de esta especie sigue sin recato.

Por lo anterior, el 25 de septiembre pasado, la diputada Jacqueline Argüelles Guzmán (del partido Verde Ecologista de México), presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, presentó un punto de acuerdo para que se exhorte a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a establecer medidas de protección coordinadas con los gobiernos de Oaxaca y Michoacán que permitan salvaguardar la integridad de la tortuga golfina. Asimismo, para que se establezcan medidas contingentes y coordinadas con las secretarías de Marina y Defensa, así como con la Procuraduría General de la República (PGR), a fin de proteger las zonas de migración de esta especie.

La legisladora consideró que en México existen más de dos mil especies en peligro de extinción y una de ellas es la tortuga marina, la que vive exclusivamente en los océanos y mares. Explicó que en el mundo existen ocho especies de las cuales siete pueden ser encontradas en el territorio y seis anidan en costa mexicanas.

En México las tortugas marinas y particularmente las tortugas golfinas, tienen los principales sitios de anidación en el océano Pacífico. Oaxaca es considerado uno de los lugares de anidamiento y desove de tortugas marinas más importantes de dicha costa.

Para la tortuga golfina, el periodo de anidamiento comienza usualmente de junio a marzo, mientras que durante septiembre y octubre llega a su máximo nivel. Dichas tortugas depositan cerca de 110 huevos por nido. A pesar de su gran fecundidad, presenta una alta mortalidad, sobre todo durante las primeras fases de su ciclo vital. Muchos huevos no eclosionan, sus crías no llegan al mar y muchas de las que lo consiguen, no sobreviven más de un día.

Aunado a lo anterior existe una gran variedad de depredadores, incluyendo al hombre, que dificulta su continuidad como especie. Un ejemplo de la explotación desmedida de la cual son víctimas, se transmitió por televisión el 23 de septiembre del presente año, durante el noticiario de Joaquín López Dóriga, donde reporteros de Televisa fueron testigos de la recolección ilegal de cerca de dos mil huevos a manos de casi 200 saqueadores en la playa oaxaqueña de Morro Ayuta. Este delito no fue atendido y el saqueo continuó por toda la noche con lo que se estimó una captura de cerca de medio millón de huevos.

Aunque esta especie está fuertemente protegida por leyes, normas y reglamentos nacionales e internacionales, éstos no se respetan en lo más mínimo, ya que encontramos en lugares de comercio informal la venta de productos y subproductos de estas especies.

Todas las tortugas marinas se encuentran listadas en el apéndice primero de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, en donde se especifica que las especies enlistadas están sujetas a una reglamentación particularmente estricta a fin de no poner en peligro aún mayor su supervivencia.

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