Un suelo lacustre, color verde para una ciudad gris repleta de casas y edificios, donde ahora existen escasos canales que corren por los alrededores de Xochimilco y antes había enormes lagos con extensiones de 350 kilómetros cuadrados refleja el paisaje del sur de la ciudad.
En la actualidad, señalan los habitantes, sólo quedan 170 kilómetros de canales y lagos y 25 kilómetros más de zona chinampera.
La chinampa, que significa sobre el cerco de cañas o varas, fue en la antigüedad el principal sostén alimenticio de nuestros antepasados, pues sembraban sobre ella verduras y maíz sin tener que utilizar agroquímicos, sufrir por la escasez de agua para su riego y por el crecimiento acelerado de la mancha urbana.
La agricultura por medio de chinampas consiste en contener dentro de un armazón flotante, tierra cultivable.
Dentro de la Delegación Xochimilco se encuentra San Luis Tlaxialtemalco, un poblado único, pues aún labora con este tipo de agricultura rural e insiste en conservarla. Según ambientalistas, las chinampas, los canales de Xochimilco y la región lacustre desaparecerán en un plazo no mayor a los 50 años.
La urbanización se coloca frente a las chinampas como su principal enemigo, por lo que es necesario introducir sistemas domésticos de tratamiento para las descargas de aguas residuales y aumentar el volumen de líquido en los canales, pues los suelos del sur de la ciudad cada vez se hunden más, lo que provoca una irregular entrada y salida de agua sobre los mantos freáticos.
“El agua de Xochimilco es la más rica que consume la ciudad de México, además, es de los pocos lugares que conserva la agricultura prehispánica. La delegación no es la única que tiene el deber de salvar este patrimonio sino también el gobierno del DF y las instancias federales”, señalo José Genovevo Pérez, agricultor del pueblo de San Luis Tlaxialtemalco.
Dentro del frondoso color verde de los cultivos brotan algunos colores rojos, rosas y naranjas, pues en San Luis Tlaxialtemalco también se cultivan más de 400 tipos de plantas de ornato, lo que es el principal sustento de su economía, ya que las venden en los distintos mercados.
“Como agricultor, a veces nos va bien a veces nos va mal, sólo pedimos a las autoridades medicinas para las plantas, porque la plaga en dos meses se las acaba”, expresó Pedro Romualdo Flores, campesino con sombrero de paja y lodo en las manos.
Insectos como el tlaconete sólo pueden eliminarse utilizando agroquímicos, es decir, funguicidas, pesticidas, productos que han causado dentro de la población de San Luis Tlaxialtemalco problemas en la piel y enfermedades cancerígenas.
Actualmente, la delegación tiene un programa para limpiar los canales que transitan los agricultores denominado Espejo, “pero sólo limpian los del Xochimilco turístico y los de por acá, no. Tienen un programa de mecanización con tractores para el cuidado del cultivo, pero los operadores no tienen idea de cómo llevarlo a cabo”, dijo José Genovevo.
“No hay que desesperarse, el delegado tiene dos años más para hacer algo por las chinampas, dijo que haría un centro de capacitación para floricultores, pero el tiempo pasa muy rápido y como es originario de Xochimilco, las políticas públicas deben ser más precisas para nosotros como campesinos, que tratamos de conservar algo antiguo y tradicional”, comentó esperanzado.
Fuente: El Universal
