Biodiversidad

Ocupa el Ajusco segundo lugar como zona más afectada por tala

México, DF.— El Ajusco (Sierra del Ajusco-Corredor Biológico Chichinautzin) es la segunda zona más afectada por la tala ilegal en el Gran Bosque de Agua, detrás del Parque Nacional de Lagunas de Zempoala. Greenpeace detectó y documentó 55 sitios, en una superficie de 2,700 hectáreas de bosque, afectados por bandas de talamontes.

Mediante sobrevuelos y recorridos por tierra, el grupo ambientalista Greenpeace detectó y documentó 55 puntos de afectación con evidencias claras de tala ilegal: árboles tirados, restos de árboles (tocones), copas tiradas (son consideradas “desperdicio”), así como tablas, aserrín y pedacería de madera.

“La tala ilegal en la zona está fuera de control. Durante nuestros recorridos escuchamos las motosierras trabajando y observamos a los camiones cargados de madera aserrada para llevarla a aserraderos y lugares de distribución, a plena luz del día. Tal parece que, al igual que en Lagunas de Zempoala, las bandas de talamontes aprovechan los conflictos de tierras y la falta de definición de las autoridades para actuar en estas zonas con total impunidad”, explicó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de bosques y selvas de Greenpeace.

Las imágenes obtenidas por Greenpeace durante los recorridos muestran que los parajes más afectados por la tala ilegal son: Xalatlaco, Estado de México (a lo largo del camino de terracería que va de la carretera Ajusco-Xalatlaco a El Capulín, Estado de México); en los alrededores de la comunidad de Agua Cadena y El Capulín; en Santo Tomás y San Miguel Ajusco, en Tlalpan, Distrito Federal (zona boscosa del volcán Quepil y del volcán Malacatepec, Casa Blanca y las faldas del volcán Ajusco).

La madera producto de la tala ilegal es transportada principalmente a aserraderos en San Miguel y Santo Tomás Ajusco, en camiones con capacidad hasta de tres toneladas. Sin embargo, Greenpeace constató que parte de esta madera ilegal va a los aserraderos de Tres Marías y Huitzilac, Morelos.

“La tala ilegal en esta zona está afectando a distintos ecosistemas, como bosques de pino, bosques de oyamel y bosques de pino con vegetación secundaria. Por si esto fuera poco, se da en zonas catalogadas como de alta y moderada importancia para la recarga hidrológica, por lo que pone en riesgo la principal fuente de agua de la ciudad de México. A pesar de la anunciada política de ‘cero tolerancia’ de Felipe Calderón, las bandas de talamontes continúan operando en la zona. Por esto, hacemos un llamado al presidente a encabezar una estrategia integral de combate a la tala ilegal en toda la zona, en coordinación con los tres estados involucrados: Distrito Federal, Morelos y Estado de México. Si no actuamos ahora, vamos a perder el Gran Bosque de Agua en los próximos 50 años”, concluyó Magallón.

Fuente: Greenpeace

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