Biodiversidad

Naturaleza ayuda a la salud mental de las poblaciones urbanas: TNC

Solo el 13 % de las poblaciones urbanas del mundo vive lo suficientemente cerca de espacios naturales para gozar de sus beneficios

Teorema Ambiental/Redacción

En un planeta con una población urbana cada vez mayor, la sociedad humana podría enfrentar un aumento de problemas de salud mental si no se toman las medidas necesarias para garantizar un mayor acceso a la naturaleza y los espacios verdes en las ciudades. Esto de acuerdo con la investigación “El alma verde de la jungla de concreto” dirigida por la organización ambiental internacional sin fines de lucro The Nature Conservancy (TNC), junto a la Universidad de Virginia y el Centro de Resiliencia de Estocolmo.

De acuerdo con el estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista Sustainable Earth, se identificó que el 46 por ciento de los seres humanos en el ámbito global viven en altas densidades poblacionales en las que se ha demostrado existen impactos en la salud mental. Además, esta tendencia continuará en aumento debido a la creciente urbanización mundial, pues se prevé que para el año 2050, más de dos mil 400 millones de personas vivirán en ciudades.

La investigación analiza una serie de estudios económicos, de salud y medioambientales realizados en países como Suecia, China, Dinamarca y Reino Unido, entre muchos otros, que sugieren que la falta de zonas verdes en las ciudades incide en la salud mental de los habitantes, desencadenando, entre otros trastornos, estrés, psicosis, déficit de atención y depresión; dependiendo también del contexto sociocultural de cada ciudad. Los autores se refieren a este fenómeno como la “penalización psicológica urbana”.

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Frente a esta creciente tendencia, la naturaleza ofrece soluciones. El estudio da cuenta de investigaciones científicas donde se respalda que los espacios verdes aumentan la cohesión e interacción social. Además, contribuyen a reducir los niveles de estrés, pues en tales espacios las personas están menos expuestas a factores como la contaminación sonora o visual, favoreciendo así la relajación. No obstante, actualmente, solo el 13 por ciento de las poblaciones urbanas del mundo viven lo suficientemente cerca de la naturaleza para experimentar tales beneficios.

Por ello, una de las propuestas que el estudio cita es crear ciudades biofílicas, es decir, integrar espacios naturales en los centros urbanos en exteriores e interiores. Por ejemplo, mediante la restauración de ríos urbanos, crear techos ecológicos, paredes con vegetación o la inclusión de árboles que tienen un papel importante para mitigar el estrés por calor en los vecindarios urbanos. Esto último ha sido un tema central en 2018, luego de un verano de olas de calor inusualmente intensas en muchas regiones del hemisferio norte.

“Estamos viviendo en el siglo urbano. Somos testigos de las mayores migraciones masivas en la historia de la humanidad, a medida que las personas se mudan del campo a los pueblos y a las ciudades”, dijo el doctor Robert McDonald, autor principal y científico líder del programa Ciudades Globales de TNC. “En este siglo urbano, nuestros hallazgos ofrecen una alerta urgente sobre las posibles implicaciones para la salud mental de las ciudades más densamente pobladas y el papel indispensable de la naturaleza para ayudar a resolver estos problemas.”

Por ejemplo, Nueva Zelanda cuenta con el programa Recetas Verdes en el que especialistas de la salud emiten indicaciones sobre la necesidad de activación física a sus pacientes, incluyendo actividades al aire libre.

Para obtener más información sobre cómo trabaja TNC en todo el mundo para fomentar ciudades más sanas que acercan las personas a la naturaleza, visite: https://www.nature.org/en-us/what-we-do/our-priorities/build-healthy-cities/

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