Biodiversidad

Impulsan programa de rescate del jaguar

Símbolo de identidad nacional y termómetro de la salud ambiental de los ecosistemas, el jaguar es parte del 40 por ciento de especies animales residentes en México en peligro de extinción, advirtieron los investigadores del Instituto de Ecología de la UNAM, Rodrigo Medellín y Gerardo Ceballos.

El jaguar habitaba desde el norte de México hasta el centro de Argentina, hoy se encuentra en apenas 30 por ciento del terreno alguna vez ocupado y en el país son escasos los bosques y selvas en donde puede recuperarse.

«Si dentro de 20 años lo único que queda de hábitat son tres árboles en Chiapas, Veracruz o Campeche, el jaguar se convertirá en el símbolo de la vergüenza y la irresponsabilidad de los mexicanos», definió Medellín.

Los especialistas consiguieron perfilar el plan nacional de conservación de la especie, el cual presentó en Calakmul el presidente Vicente Fox el 17 de marzo y cuya aplicación será evaluada del 12 al 15 de octubre durante un simposio en el club de golf de Cuernavaca.

Patrocinado por la alianza Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Telcel, UNAM y Hojanay, así como por el Fondo Banamex, Biociencia, Ecociencia y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, éste es el primer programa de recuperación de recursos naturales con participación activa de la iniciativa privada.

El ejemplar es indicador de la salud ambiental de los ecosistemas. «Si tenemos jaguares estamos en muy buenas condiciones; si no, están perdiéndose», anotó. En Yucatán, Chiapas, Oaxaca, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, posiblemente en Tamaulipas y Sonora sobreviven poblaciones viables para la recuperación de la especie, indicaron los especialistas.

La intención es evitar que se pierda el hábitat y las presas. «Cuando se pierden juntos, el jaguar no tiene la menor posibilidad y cuando se pierde el hábitat y se quedan especímenes, el animal empieza a alimentarse de ganado y automáticamente la gente local lo cataloga como problema», comentó Medellín.

Ceballos expuso que será hasta dentro de 30 años, cuando se estabilice el ritmo demográfico de expansión de la población y ceda el desarrollo de asentamientos a costa de los espacios naturales. «El reto es lograr que durante estas tres décadas, sobrevivan las especies en riesgo de extinción», subrayó Ceballos.

Mientras tanto, la estrategia busca preservar las zonas boscosas y selváticas en donde reside la población sobreviviente de jaguares que, además de la pérdida de hábitat, enfrenta el comercio ilegal.

Fuente: Reforma

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