Es considerada como la fecha más importante en el calendario de la ONU para fomentar la acción ambiental
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 5 de junio de 2020.— Los alimentos que comemos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el clima que permite la vida en el planeta, solo son posibles gracias a los servicios de la naturaleza.
Por ejemplo, las plantas marinas producen cada año más de la mitad del oxígeno que está en la atmósfera, mientras que un árbol es capaz de captar 22 kilos de dióxido de carbono y liberando oxígeno a cambio. Sin embargo, pese a que la naturaleza nos ha dado todo lo que requerimos para desarrollarnos como civilización, todavía seguimos destruyéndola.
Por ello es que la ONU decretó el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente, para que todo el mundo celebrara a nuestra Madre Tierra y es considerada como la fecha más importante en el calendario de la ONU para fomentar la acción ambiental.
Fue establecido desde 1974 y para 2020 se eligió a Colombia como país anfitrión. Actualmente esta celebración se ha convertido en una plataforma global de alcance público que reúne a gobiernos, empresas, celebridades y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante.
El tema para este año es la biodiversidad, debido a que el año pasado se presentaron incendios forestales con una intensidad sin precedentes en México, el Amazonas, California y Australia que arrasaron millones de hectáreas de áreas verdes y provocaron grandes cantidades de contaminantes en la atmósfera.
Además, se presentó una importante invasión de langostas en la región conocida como el Cuerno de África y ahora la pandemia de COVID-19. Todos estos hechos demuestran la relación que tenemos todos los seres que habitamos este planeta y la fragilidad a la que hemos llevado este equilibrio por nuestras actividades de depredación.
La biodiversidad es la base que sustenta toda la vida en la tierra y debajo del agua. Tiene relación con todos los aspectos de la salud humana. Proporciona agua y aire limpios, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y mitigación del cambio climático. Cambiar o eliminar un elemento en esta intrincada red afecta todo el sistema de vida y puede producir consecuencias negativas.
La deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza. Se necesitarían los recursos de 1.6 planetas Tierra para satisfacer la demanda de los humanos cada año. Si continuamos en este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentario y de salud.
La aparición del COVID-19 ha puesto en evidencia que cuando destruimos la biodiversidad destruimos el sistema que sustenta la vida humana. A escala mundial, mil millones de personas son contagiadas cada año y millones de ellas mueren debido a las enfermedades causadas por los coronavirus; y alrededor de un 75 por ciento de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son zoonóticas, lo que significa que se transmiten de animales a personas.
