Biodiversidad

Kjeragbolten, la espectacular roca en medio de un abismo

El sendero tiene unos 11 kilómetros de longitud, e ir y volver te toma entre 6 y 10 horas. Caminas la mayoría del tiempo a una altura de aproximadamente 800 metros

Teorema Ambiental/Redacción

Rogaland, Noruega, 2 de junio de 2020.— Conocer la roca de Kjeragbolten es una de las mejores experiencias de los senderistas del mundo. Se trata de una gran roca de cinco metros cúbicos, que quedó atorada en el hueco de una montaña, sobre un precipicio. Además, esta roca parece flotar sobre el fiordo Lyse, pues parece que podría desprenderse en cualquier momento. Se encuentra a una altitud de mil 84 metros sobre el nivel del mar, sobre el monte Kjerag, el pico más alto del fiordo.

Por ello, además de conocer este bello fenómeno, llegar a este punto permite observar los magníficos bosques de Noruega, de principio a fin del paseo.

Kjeragbolten se encuentra en el límite sur del fiordo Lyse, en el condado de Rogaland, Noruega. La población más cercana es Lysebotn, a unos 15 minutos de distancia en coche. Debes salir desde Stavanger y, de ahí, dirigirte adonde inicia el sendero, en un recorrido de unas tres horas o bien manejar desde Oslo directo a Lysebotn, lo cual toma unas siete horas y media.

En Stavanger hay muchas más cosas que hacer que en Lysebotn, y salen muy temprano al día siguiente de su llegada, pues se recomienda regresar de la montaña antes del anochecer.

Sin embargo, solo se puede acceder al sendero entre mediados de mayo y octubre o noviembre, pero lo mejor es hacerlo hasta septiembre, por cuestiones de clima.

También requieres de muy buena condición física, pues tiene algunos tramos que requieren escalar y que pueden ser peligrosos y resbalosos, particularmente en condiciones de lluvia. Sin embargo, se puede subir en un recorrido guiado. No es recomendable visitarlo en condiciones de lluvia o neblina y es importante considerar dos días para el viaje, precisamente por lo cambiante que puede ser el clima.

El sendero tiene unos 11 kilómetros de longitud, e ir y volver te toma entre seis y diez horas. Caminas la mayoría del tiempo a una altura de aproximadamente 800 metros y en algunos tramos debes subir o bajar agarrado de cadenas. Las partes en las que tendrás que escalar suman un poco más de 500 metros.

La ruta correcta es bastante sencilla de seguir porque hay un sendero marcado con tablas y piedras. Sin embargo, se recomienda llevar una mochila espaciosa, incluir brújula y un mapa, alimentos y bebidas, ropa abrigadora, así como botas y bastones de excursionista, lentes de sol, gorro, guantes y un cambio completo por si se moja tu ropa.

Los tramos más complicados están al inicio de la caminata pero después se hace más tranquila, excepto por algunas secciones y todo el camino es de subida. La ruta se divide en tres partes principales que suben y bajan de los valles Pequeño Stordalen y Stordalen. El segundo tramo tiene la sección más empinada de toda la ruta, que, al igual que la subida inicial, requiere escalar un poco, con la ayuda de cadenas.

El tramo final es el más largo, pero es más fácil de escalar y hay vistas increíbles desde la primera sección, pero las más espectaculares son las del último tramo, en Nesatind.

Una vez se llega a la cima, el terreno se aplana, hay una serie de ligeras subidas y bajadas hasta llegar a Kjeragbolten. En esta sección del camino la señalización no es la más eficaz y es fácil perderse. Lo más sencillo es fijarse de dónde está bajando la gente, pues hay una tremenda fila para tomarse la foto, tanto para subir a la roca como para fotografiarla.

La superficie de la roca es mayor de lo que se ve en las fotos, pero hay quien, después de haber hecho la fila, no se atreve a pasarse.

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